Rumbos y brújulas


-¿Me podrías indicar hacia donde tengo que ir desde aquí?- pregunta Alicia.
-Eso depende de a dónde quieras llegar-  responde el gato.
-A mí no me importa demasiado a dónde.
-En ese caso, da igual hacia donde vayas.
-“Siempre que llegue a alguna parte”
-¡Oh! Siempre llegarás a alguna parte, si caminas lo bastante.

Estaba viendo una nota interesante en P12 sobre la competitividad de la economía argentina y lo que sigue de ahora en más. ¿Cómo compensar la competitividad que se perdió por la inflación? ¿Qué hacer con el tipo de cambio?

Lo primero que se me ocurre pensar no es tanto sobre la competitividad, sino sobre todo ¿cómo se mantiene el rumbo?

En este momento existe un problema real. Existe una suerte de enfermedad holandesa. Se ha apreciado la moneda doméstica. Y estamos frente a una encrucijada: devaluar y afectar los sectores más vulnerables en el corto (por la inflación), o no hacerlo y afectar el trabajo y la industria en uso, reconociendo que esto último en el mediano/ largo plazo afectaría también a los sectores vulnerables.

Creo que la Argentina está acostumbrada a salir por arriba de las encrucijadas, apelando a alianzas propiciadas por el Estado, explícitas o implícitas, de los sectores concentrados, como los grupos económicos locales, ya sea con sectores urbanos y rurales, civiles acomodados y militares, financieros globalizados y ETN; entre otros que nunca incluyeron al pueblo (salvo en el primer peronismo y en el actual kirchnerismo) según cada momento histórico.

Más allá de la solución que se adopte en la encrucijada actual, cabe destacar que lo importante es no perder el rumbo. Cualquier cosa que se haga en función de cuidar a los sectores populares, al mercado interno, la industria emergente en estos años, el trabajo y el consumo, va a seguir las indicaciones de la brújula para un país más igualitario, pero estos cuidados no son sencillos.

Es posible que las soluciones no resuelvan rápidamente todos los problemas, como por ejemplo el de la inflación (problema que se puede resolverse de un plumazo enfriando la economía -¿emitiendo menos, reduciendo el gasto público?- pero afectando así a los que precisan de su crecimiento como los sectores más postergados). Por eso entender la actual situación y apoyar las decisiones que se toman, es parte de apoyar el rumbo de transformaciones sociales establecido desde la política del gobierno, a cargo del Estado.

Cualquier cosa que se haga a las apuradas, buscando soluciones mágicas, a la luz de las presiones de los grupos agroexportadores, financieros o económicos locales, sería un retroceso.

Pienso que es muy difícil el momento que vive la Argentina para cuidar a sus sectores más vulnerables. Pero cualquier acción en función de mantener el rumbo de proteger desde el Estado a quienes más lo precisan, debe ser apoyada sin matices. Puede que no estemos de acuerdo en cada decisión en un 100%, pero evaluemos a quién se beneficia con cada una de ellas, y si busca consolidar el modelo o no. Es posible que haya que soportar turbulencias para industrializar más el país, pero peor sería no soportarlas y que desindustrialice. Es un debate que merece consciencia, es un debate mucho más interno que a dar con la oposición, perdida.

Comentarios

Alcides Acvedo dijo…
Flaco: ¿te puedo hacer una pregunta? ¿hablás en serio o en joda?

Tu discurso se limita a citar (por lo menos) 10 veces a los más humildes y a Juan Perón, pero no se te cae una idea.
¿Querés debatir?
Bueno, planteá aunque sea UNA IDEA.
¿Qué te parece?
Ahora resulta que no devaluar es estar a favor de los humildes... qué poca memoria... estuvieron hasta 2008 alabando al "tipo de cambio competitivo" ahora parece que se olvidaron... y el tipo de cambio competitivo es cosa de liberales, hay que ser caraduras.

Para que los pienses: Venezuela acaba de devaluar, eso implica un alza generalizada de los alimentos porque allí se importa el 80% de los que se consume (a pesar de 14 años de chavismo), imaginate que no lo hicieron por presiones de los liberales, lo hicieron porque no tienen más remedio, y eso va a impactar sobre todo en los más pobres.
Tilo, 71 años dijo…
Alcides:

El bloguero no hace más que un análisis sobre la situación actual que no constituye una foto sino el último cuadro de una película que comenzó con la debacle del neoliberalismo a principios de este siglo. Podría sugerir alguna política tendiente a CONTROLAR a quienes realmente forman los precios. Es decir, ese puñado de 20 empresas que elaboran el 80% de lo que el país consume con relación a comestibles, artículos de limpieza y de tocador. A los que cabe agregar el otro puñado de mayoristas-acopiadores-distribuidores de dichos productos que, de pronto, pueden decidir atiborrar sus depósitos y producir una escasez artificial a la espera de que el aumento "inevitable" de los precios, según las "reglas del mercado", permitan la normalización del abastecimiento.
¿Cómo enfrenta a semejante muralla de empresas y empresarios poderosísimos sin que los imbéciles de siempre comiencen a gritar de inmediato que está en peligro la "libertad de comercio" y que "somos Cuba ó Venezuela"?
¿Y la libertad de los consumidores que en definitiva constituyen la mayoría de la población? ¿Y su "seguridad jurídica" cuando un grupo de tipos poderosos opta por protejer UNICAMENTE SUS INTERESES en lugar de ponerle el hombro al país? ¿A qué cree que obedece que a pesar del inocultable incremento en el consumo interno, gran cantidad de empresarios NO HA HECHO LAS INVERSIONES adecuadas para acompañarlo? ¿Falta de confianza en el país? ¿Y quién la crea ó la destruye sino quienes tienen el VERDADERO PODER? ¿O Ud. cree que todos los gobiernos que sucedieron al infierno del proceso asesino de 1976 a 1983, realmente tuvieron el poder?

Ahora, si Ud. es simplemente un opositor estéril más al que tampoco se le ocurre nada mejor que ver cuál es el tronco más grande para trabar las ruedas, dígalo de una vez por todas y hablemos de otra cosa.

Saludos
Hache dijo…
Gracias Tilo. Si se lee bien Alcides, la idea que sugiero, con falsa sutileza, es que se estudie bien lo que acaba de hacer Venezuela. Abrazos
Norberto dijo…
Hernán, acabamos de comentar el artículo Luciano en Yendo a Menos, donde queda en claro que su posición es seguidismo de la de Levy Yeyati, y la del mismo teñida por su necesidad de dar argumentos a su sustento radical, mientras que la derecha radical lo hace por medio del presidente del Banco Ciudad y su equipo.
Hay en el medio algo, que para mi´que lo comenté en el blog de Luciano a mediados del 2011, cuando asomaron las primeras noticias, y que resultaron en la toma del contreol accionario de YPF, que es pulmón necesario para seguir avanzando.
Hoy las importaciones de combustible representan U$S7200millones al año, debiendo agregarse alrededor de U$S300millones por intercambio de energía eléctrica con Brasil, mi opinión sobre el tema es que el aumento de extracción de gas y petroleo, tiene una progresión parecida a la de los fractales, o cuasi geométrica, por lo que si hay éxitos la misma se multiplica, es decir no se suman actores, sino que se multiplican.
Es decir que en un tiempo relativamente corto veremos bajar esa cuenta, y aún volverse positiva, volcando esos recursos al mercado interno con el efecto multiplicador que eso significa.
Por otro lado, ademas de ese egreso, hubo alrededor de otros U$S12000millones de pagos en moneda dura, que descenderán considerablemente este año. Todo esto, cerca de U$S20000millones, es cuidadósamante ocultado por quienes apuestan a desgastar y sacar partido de ese desgaste, pero está allí, y se presentará en los próximos tiempos, y ello se verá en la economía diaria dado que se liberaran algunos cuellos de botella que hoy preocupan.
Nunca menos y abrazos.
Hache dijo…
Cuando un banquero putea por la inflación, como la derecha a cargo del BCBA, lo que cabe preguntarse es con qué propósito lo hace. ¿Cuidar al pueblo con falsos argumentos o concepciones erróneas? ¿Desestabilizar para dominar? Seguro que no es para cuidar las finanzas de la banca pública del Ciudad. Si fuera así no habrían otorgado el pago del personal de la Metropolitana al Galicia. Amén de que la infla no perjudica a los bancos. Gracias como siempre, Norberto.

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