Derechos, poder y política
Leo:
Esto quiere decir que sí, que los derechos tienen que ver con la organización social en función de reparar situaciones de trabajo, de clase, de distribución del ingreso, de nacimiento, de edad, de género, de violencia, de seguridad, de información, de libertades, de vivir con una cierta calidad de vida. A estas reparaciones, se las llama reivindicaciones.
Los derechos se vinculan, entonces, y a eso quería llegar, con la seguridad jurídica y la cristalización institucional. Los derechos tienen que ver con las fuerzas sociales organizadas. Tienen que ver con el poder que consiguen, (ob)tienen o construyen, distintas fracciones sociales para que su necesidad sea convertida en derecho por parte del Estado, y de este modo morigerada o eliminada. Por eso cuando se reclama por un derecho es imprescindible asociarlo con cierta vocación de poder, que a su vez se vinculará con la mayor o menor organización del actor movilizado. La seguridad jurídica tiene un para quién. Los derechos también. Porque si bien derechos son universales, para todos, algunos los precisan más que otros por su situación vulnerable, así que detrás de un derecho debe existir el Estado que lo garantice.
Es así que en cada movilización, en cada movimiento de reclamo de derechos, cabe hacerse las preguntas de ¿es legítimo el derecho que reclaman? ¿Con qué otro/s derecho/s de qué otro/s actor/es se contradice ese reclamo? ¿Los actores reclamantes y en contradicción con aquellos tienen el mismo nivel de vida? ¿Qué actor está peor en calidad de vida y qué derechos pide/ exige/ reclama/ implora? ¿Cuánto pierde en calidad de vida el actor con derechos en contradicción si se materializa el reclamo? ¿Quién gana y quién pierde con la consolidación de esos derechos? ¿Se trata de una ampliación o una reducción de la ciudadanía? Bueno, y así, muchas más.
Cuando el Estado no reprime ni impide la protestas sociales, lo que está haciendo es viabilizando la construcción de fuerzas sociales para que puedan luchar por esos derechos. Un Estado que reprime es reaccionario y conservador, por cuanto no posibilita las luchas para conquistar derechos.
Los derechos, son conquistas sociales porque hacen a las fuerzas sociales en disputa. Los derechos, por tanto, se dirimen políticamente porque el poder es la base central de estas luchas. Pero no son pujas por el poder en sí mismo, en este caso, sino por derechos.
La oposición ganó la pulseada por el aborto no punible, al sancionar en forma ajustada una ley que garantiza el derecho en casos de violación y de riesgo para la salud o la vida. Cae así un protocolo muy restrictivo que había impuesto el macrismo.
Y después de celebrar este importante avance, y pensar que todavía falta un poquitito sobre este tema, me pongo a pensar ¿de dónde vienen los derechos? ¿Qué son los derechos? ¿Acaso esas chicas no tenían derecho a no ser violadas antes que obtener un aborto no punible? ¿El Estado tiene alguna responsabilidad en no prevenir un delito de este tipo? ¿Y si es así, de qué grado?
Y después de celebrar este importante avance, y pensar que todavía falta un poquitito sobre este tema, me pongo a pensar ¿de dónde vienen los derechos? ¿Qué son los derechos? ¿Acaso esas chicas no tenían derecho a no ser violadas antes que obtener un aborto no punible? ¿El Estado tiene alguna responsabilidad en no prevenir un delito de este tipo? ¿Y si es así, de qué grado?
Los derechos explícitos, se me ocurre entonces, son reparaciones. Son segundos mejor que otorga el Estado para reparar situaciones que no pudo evitar. Consolidar derechos por parte del Estado es admitir que no pudo evitar la emergencia de una necesidad por parte del actor.
Dice Paolo Mengozzi, en el Diccionario de Política (de Bobbio, Matteucci y Pasquino):
"Las exigencias avanzadas en todos los tiempos y en todos los ambientes sociales por el mejoramiento de la condición del hombre han desembocado en la reivindicación de libertades y de derechos (...) La manera y los límites en que estas reivindicaciones han logrado encontrar satisfacción en las diversas comunidades (...) están estrechamente ligados a la fuerza y al contenido que dentro de éstas los ideales humanitarios han adquirido como principios de acción política y al grado en que han podido o sabido encontrar apoyo en un conjunto de fuerzas sociales capaces de promoverlas y de asegurarles de hecho un normal respeto" (Entrada: derechos del hombre).
Esto quiere decir que sí, que los derechos tienen que ver con la organización social en función de reparar situaciones de trabajo, de clase, de distribución del ingreso, de nacimiento, de edad, de género, de violencia, de seguridad, de información, de libertades, de vivir con una cierta calidad de vida. A estas reparaciones, se las llama reivindicaciones.
Los derechos se vinculan, entonces, y a eso quería llegar, con la seguridad jurídica y la cristalización institucional. Los derechos tienen que ver con las fuerzas sociales organizadas. Tienen que ver con el poder que consiguen, (ob)tienen o construyen, distintas fracciones sociales para que su necesidad sea convertida en derecho por parte del Estado, y de este modo morigerada o eliminada. Por eso cuando se reclama por un derecho es imprescindible asociarlo con cierta vocación de poder, que a su vez se vinculará con la mayor o menor organización del actor movilizado. La seguridad jurídica tiene un para quién. Los derechos también. Porque si bien derechos son universales, para todos, algunos los precisan más que otros por su situación vulnerable, así que detrás de un derecho debe existir el Estado que lo garantice.
Es así que en cada movilización, en cada movimiento de reclamo de derechos, cabe hacerse las preguntas de ¿es legítimo el derecho que reclaman? ¿Con qué otro/s derecho/s de qué otro/s actor/es se contradice ese reclamo? ¿Los actores reclamantes y en contradicción con aquellos tienen el mismo nivel de vida? ¿Qué actor está peor en calidad de vida y qué derechos pide/ exige/ reclama/ implora? ¿Cuánto pierde en calidad de vida el actor con derechos en contradicción si se materializa el reclamo? ¿Quién gana y quién pierde con la consolidación de esos derechos? ¿Se trata de una ampliación o una reducción de la ciudadanía? Bueno, y así, muchas más.
Cuando el Estado no reprime ni impide la protestas sociales, lo que está haciendo es viabilizando la construcción de fuerzas sociales para que puedan luchar por esos derechos. Un Estado que reprime es reaccionario y conservador, por cuanto no posibilita las luchas para conquistar derechos.
Los derechos, son conquistas sociales porque hacen a las fuerzas sociales en disputa. Los derechos, por tanto, se dirimen políticamente porque el poder es la base central de estas luchas. Pero no son pujas por el poder en sí mismo, en este caso, sino por derechos.
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