Soplan vientos de cambio desde el sur. Se avanza sobre yacimientos estratégicos.

Las provincias de Chubut (la más petrolera de la Argentina actual) y Santa Cruz avanzaron sobre algunos yacimientos concesionados a Repsol YPF S.A. y recuperaron su usufructo para controlar directamente la actividad de esos yacimientos.

Es una medida que fortalece la independencia económica de las provincias, en el mismo sentido que el gobierno nacional desarrolló un rol del Estado fuerte, regulador e inclusivo, políticas de desendeudamiento externo, promociona la ISI para la construcción de una balanza comercial superávitaria y participa del directorio de las empresas para presionar por la reinversión de utilidades.

Esta medida de los gobiernos provinciales, subnacionales, se orienta (gradualmente) a dirigir la inversión en función del desarrollo provincial, su articulación productiva regional, y ya no con la prioridad en la explotación descontrolada, la exportación y el espíritu rentístico disociado del desarrollo de las economía regionales. El poder político y la economía nacional se potencian mutuamente, pensarlas por separado se llama desregular y favorecer al más fuerte y no al conjunto de la sociedad.

Acá un informe de la situación que refleja por qué se generó la atención sobre la empresa española. El siguiente es un gráfico copiado de dicho informe.

La producción de YPF debe leerse sobre el eje vertical izquierdo.

Acá, acá, acá, acá, acá y acá distintas notas periodísticas que dan cuenta de un paso fundamental sobre un sector estratégico en una Argentina que se aleja definitivamente de la época de la convertibilidad. Parece que sigue Neuquén.