Movilidad social ascendente
Me gustó esta nota sobre la movilidad social ascendente en la Argentina.
Subrayo este párrafo:
Un detalle: para que los indicadores sociales den bien, o mejoren no hay nada más contundente que el modelo de acumulación.
Las políticas sociales focalizadas no suelen mejorar las cifras de la vulnerabilidad social cuando éstas duelen. En cambio, las políticas integrales y universales son parte del modelo, y éstas sí consiguen un impacto social ascendente. Para muestra comparemos el sentido del gasto público entre los '90 y la actualidad, el peso de la deuda y sus condicionantes por un lado, y el gasto social, la AUH, el desendeudamiento y la protección del trabajo argentino por el otro.
La contundencia del Estado como conducción política de la economía y la sociedad es el único camino para obtener mejoras sociales. Todos los que dicen lo contrario entran en el terreno de los eufemismos a favor de los sectores concentrados que hallan en el Estado una traba a sus propios intereses de mayor apropiación de renta.
¿Qué es más importante que lograr organizar una sociedad de manera tal que los hijos pobres sean más felices que los padres?
Por eso uno de los desafíos de esta etapa es generar normativa que haga estructurales los logros alcanzados, y asimismo incluir en la agenda de gobierno la transformación estructural del Estado para que sus acciones dependan menos de la voluntad política de quienes lo conducen y más de su propia impronta.
Subrayo este párrafo:
Lo cierto es que, acompañando al repunte de la economía, la capacidad de consumo -en estos últimos años- se ha incrementado y una creciente porción de la población ha podido acoplarse a lo que el imaginario social argentino define como "clase media".Vean la nota. Ayuda a pensar un debate interesante y fundamental.
Y si bien la polémica sobre qué aspectos deben ser tenidos en cuenta para saber si alguien pertenece a esta categoría social puede insumir horas de debate, lo cierto es que los indicadores ligados al consumo, empleo y pobreza tienen la contundencia suficiente como para afirmar que el total de integrantes de este segmento -al menos hasta ahora- ha ido in crescendo.
De no ser así, no se explicaría que un país haya batido año a año sus récords de ventas deautos, tecnología, electrodomésticos, turismo dentro y fuera del país, por citar sólo algunos ejemplos.
Un detalle: para que los indicadores sociales den bien, o mejoren no hay nada más contundente que el modelo de acumulación.
Las políticas sociales focalizadas no suelen mejorar las cifras de la vulnerabilidad social cuando éstas duelen. En cambio, las políticas integrales y universales son parte del modelo, y éstas sí consiguen un impacto social ascendente. Para muestra comparemos el sentido del gasto público entre los '90 y la actualidad, el peso de la deuda y sus condicionantes por un lado, y el gasto social, la AUH, el desendeudamiento y la protección del trabajo argentino por el otro.
La contundencia del Estado como conducción política de la economía y la sociedad es el único camino para obtener mejoras sociales. Todos los que dicen lo contrario entran en el terreno de los eufemismos a favor de los sectores concentrados que hallan en el Estado una traba a sus propios intereses de mayor apropiación de renta.
¿Qué es más importante que lograr organizar una sociedad de manera tal que los hijos pobres sean más felices que los padres?
Por eso uno de los desafíos de esta etapa es generar normativa que haga estructurales los logros alcanzados, y asimismo incluir en la agenda de gobierno la transformación estructural del Estado para que sus acciones dependan menos de la voluntad política de quienes lo conducen y más de su propia impronta.
Comentarios