Desarrollo con bienestar. Evolución del empleo registrado industrial y demás sectores

Con datos del Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial y de la Dirección Nacional de Programación Macroeconómica, construímos los siguientes gráficos para poder observar el comportamiento del empleo industrial.

En post anteriores hemos demostrado la importancia del sector industrial en la evolución del bienestar social en la Argentina. Hemos visto cómo se comportan los distintos sectores de la economía formal tanto en función de su relación con las exportaciones, como así también su comportamiento en el mercado interno. Lo cual nos permitió sacar muy interesantes conclusiones.

La idea del siguiente gráfico es aproximarnos a una mínima mirada sobre qué ocurre con la evolución de la tasa de cambio de empleo registrado, con hincapié en la tasa de cambio neto del empleo registrado industrial. Sobre esta última nos surge la siguiente pregunta ¿Cuál es la diferencia con el resto de los sectores y cuál la relación con la evolución del EMI y el PBI?

La tasa de cambio neto nos muestra la mejora (o disminución) absoluta de un período al otro sobre el empleo registrado. En el gráfico 1 pueden verse las tasas de cambio de empleo registrado sobre el tercer trimestre de cada año en comparación con el 3er trimestre del año anterior.


Gráfico 1: Tasas de cambio del empleo privado, PBI y EMI, 1996-2010. Click para agrandar.


Al respecto, se puede elaborar una hipótesis: el empleo industrial es el más rígido para el crecimiento y el más elástico en épocas de crisis, lo cual puede variar en un escenario de auge acompañado de baja utilización de la capacidad instalada de la industria en el instante anterior.

En el gráfico anterior, queda claro como en los noventa el sistema productivo, en épocas de recesión, expulsaba principalmente mano de obra industrial, en un escenario de cuenta corriente absolutamente negativa y con gran parte de la economía, por tanto, orientada al comercio y los servicios.


En el gráfico 1 la hipótesis se verifica, y nos señala las dificultades que tiene la estructura de la economía argentina para promover este tipo de empleo. En efecto, de acuerdo con la hipótesis, el empleo industrial es el que menos crece en épocas de auge y el que más disminuye durante las depresiones. Esto se rompe, en los años 2002, 2003 y 2004 ya que la baja utilización de la capacidad instalada en el período anterior y el cambio de modelo tuvieron un impacto fuerte en la variación del empleo de este sector.

Lo anterior se condice ciertamente con la evolución del EMI. El empleo industrial, naturalmente tiene una relación fuerte con el EMI, sin embargo a medida que el desempleo desciende es lógico que la absorción de empleo sea más rígida y lenta. De manera tal que cuanto más baje el desempleo, menos fuerte va a ser la toma de empleo con baja importancia de la intensidad de crecimiento del EMI.

La estructura argentina, entonces presenta una articulación productiva que muestra cierta debilidad sobre la sustentabilidad del empleo industrial. El Plan Estratégico Industrial es, en este sentido, un camino posible para la consolidación del empleo de este sector (además, claro está, de la estrategia de Estado de fomentar la industria en su conjunto).


Cabe destacar que consolidar una estructura productiva industrial nacional, fuerte, estrechamente vinculada con el mercado interno, funciona como un seguro de consolidación del modelo basado en el trabajo y la industria. Orientar la producción a la exportación es un camino de desarrollo, siempre y cuando esté consolidada desde cierta fortaleza del mercado interno, que lo haga dinámico. Por eso promover el consumo interno, la demanda agregada, es una política perfectamente concomitante con la generación de mayor bienestar social, empleo y desarrollo.

Entre 1996 y 1998 el empleo industrial creció en términos netos (creación de empleo menos destrucción de empleo) alrededor del 11%, entre 2004 y 2006 más del 30%. Lo cual permite ver un importante contraste entre modelos en etapas de auge.

Entre 1999 y 2002 el cambio neto del empleo industrial fue superior al -20% (implica destrucción absoluta de empleo industrial en una quinta parte del existente), lo cual alcanza un promedio bastante superior a -5% por año. En 2009 el descenso del empleo industrial registrado no llegó al -4% (con un escenario de alta utilización de la capacidad instalada, dado especialmente en el primer trimestre de 2009).

De lo anterior cabe realizar una reflexión: el empleo, su creación o destrucción neta, depende primero que nada del modelo de acumulación consolidado desde el Estado. Por tanto, si se permite la digresión, es posible apuntar que los sindicatos (especialmente de las ramas vinculadas a la industria) deberían defender fuertemente un modelo que les beneficia, antes que confundirse en disputas microeconómicas o puntuales aplicando metodologías, que en el largo plazo podrían debilitar al mismo modelo (que les favorece).


Gráfico 2: empleo registrado según tamaño de la empresa. Click para agrandar.


La referencia al empleo registrado por tamaño de empresa, incluyendo a todos los sectores, se puede observar en el gráfico 2. Las empresas grandes son las que más empleo registran, casi igualando a la suma de MiPyMEs. Esto permite entender por qué las empresas grandes tienen un poder de conflicto tan alto frente al Estado y la sociedad en su conjunto.

En este sentido modificar la concentración económica es una tarea permanente e insoslayable por parte de un Estado que pretende hacerse bien fuerte para proteger a los sectores vulnerables y consolidar la igualdad social. Sin embargo, dar la puja distributiva, tocando los resortes de la concentración económica no es simple en virtud del poder de conflicto que potencialmente tienen los agentes más grandes del mercado.

Las grandes empresas ocultan una proporción menor de empleo que las MiPyMEs, y el trabajo en negro es el primero en verse afectado. Por otro lado, las MiPyMEs, como surge del gráfico, son más dinámicas en la toma de empleo, cuando la economía crece. Con lo cual puede decirse que en términos de empleo registrado absorven más rápidamente las ventajas del crecimiento, en un escenario donde el Estado promueve el registro del empleo y lo verifica.


Gráfico 3: cambio neto en cantidad de industrias. Click para agrandar.



En el último gráfico se pueden ver ventajas y desafíos del escenario actual. En términos agregados el saldo en creación de industrias es claramente favorable en los últimos 9 años y negativo durante la existencia del esquema de caja de conversión y tipo de cambio fijo 1 a 1, de los noventa. El desafío es que en los últimos tiempos la creación neta de industrias no es evidente. Más allá de que la etapa actual es distinta a la del año 2009 y 2010, últimos años en el gráfico anterior.

En este sentido es imprescindible que los distintos actores vinculados con el proceso de desarrollo económico que vive el país desde 2003 entiendan que la defensa del modelo supera cualquier negociación individual. La consciencia de los colectivos políticos sobre estas cuestiones es clave en función de la consolidación de un modelo que requiere de toda la fuerza interna posible para consolidarse en el tiempo en beneficio de todos los trabajadores, especialmente los del sector industrial que suelen ser los mejor remunerados.

Asimismo el Estado, no puede perder de vista que promover la inversión no puede ser un fenómeno abierto. Es preciso que esa inversión esté orientada hacia los sectores más favorables para la consolidación de un desarrollo vinculado al mercado interno y al bienestar social (cosa que naturalmente, se vincula con el aumento de las exportaciones). El perfil de inversiones y el perfil de consumo de la sociedad son dos fenómenos vinculados en función del desarrollo.


Comentarios

Alcides Acevedo dijo…
¿Te hago una pregunta? ¿cuántas veces vas a repetir lo mismo?

Creo haber posteado la información antes:
http://www.freeimagehosting.net/newuploads/6b19a.jpg
http://www.indec.mecon.ar/nuevaweb/cuadros/13/ioo-97enadel.xls

(Indice de Obreros Ocupados, Base 1997=100)
1997 = 100
2010 = 95.4

¿Lo podés explicar?
Basta de mentira K, agarren los libros

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