El Estado de los subsidios
Es llamativo todo lo que ha ocurrido en estas dos semanas. Elecciones con récord de apoyo, sentencias a los represores de la ESMA, un año de la muerte de Néstor Kirchner, controles sobre el origen de los fondos que se utilizan para comprar dólares (con previa obligación a liquidar todas las divisas en el mercado local a petroleras y mineras), quita de subsidios a agentes económicos que no los precisan más, entre otras medidas.
En este contexto, Cristina Kirchner se planta frente al mundo, hoy 3 de noviembre, en el G-20 y dice con total legitimidad que “estamos viviendo en un anarcocapitalismo en el cual hoy se invierte en petróleo, mañana en otro tema, sólo para especular”, y que “no puede haber seguridad alimentaria sin empleo, que es lo que le proporciona a la persona la posibilidad de tener alimento”. Recordemos que existe una porción del mundo más interesada en regular el precio de los commodities que en transparentar el sistema de especuación financiera mundial.
¿Se imaginan una Argentina volviendo a los mercados externos para financiarse? ¿Se imaginan el regreso de las medidas que hoy afectan a Grecia y hace 10 años hicieron caer al país en casi un 60% de pobres y 25% de desocupados? La independencia económica y la soberanía política van juntas. Y sólo con ellas se puede construir justicia social.
El gobierno con el apoyo del pueblo en las urnas, con el 54% de los votos -un récord en la historia reciente de la Argentina- decidió que va a pelear por el modelo que implica un Estado fuerte y autónomo de los grandes intereses (internos y externos), pero sin devaluar para no afectar el poder adquisitivo de los salarios de los sectores medios y bajos (ya que una deva podría generar inflación). Es una decisión que afecta claramente la redistribución del ingreso. ¿Cómo seguir siendo competitivos pero sin afectar el poder adquisitivo y el consumo? Es nuevo en la Argentina, antes de 2003 no se conseguía: un gobierno que hace lo que dice que va a hacer.
De aquel recorte sobre los salarios y jubilaciones del 13% para honrar la deuda externa (y honrar el modelo de valorización financiera, y los intereses asociados), una medida sin ningún consenso social, a este recorte sobre los subsidios de sectores seleccionados, que claramente no lo precisan. La diferencia es abismal. En este caso hasta ciertos grandes apoyan la medida. De aquel subsidio que sostenía una parte de la lógica "Hood Robin" de las tarifas resultantes del proceso de privatizaciones de servicios públicos, hacia una nueva etapa donde los subsidios puedan ser verdaderamente cruzados "Robin Hood", con tarifas que permiten sostener bajos valores en quienes los precisan, gracias a mayores valores en quienes pueden pagarlos.
Un detalle sobre el enfoque mediático: TN se pregunta por qué se dieron estos subsidios, y aclara que está bien que los quiten. Parece que TN no vivió en este país cuando las empresas privatizadas apoyadas por los medios (como TN) sostenían que había que ajustar las tarifas, y el gobierno prefirió no tirar de esa cuerda y subsidiar algunos servicios, para sostener y reducir paulatinamente el porcentaje que ocupaba el costo de los servicios en los ingresos de los hogares, para poder dinamizar sectores más intensivos en la toma de mano de obra, gracias al consumo.
Todas medidas que apuntan a sostener un Estado fuerte, equilibrado. Un Estado activo. Para el pueblo y del pueblo, o sea para el bienestar de toda la sociedad. Un Estado que está pensado para liderar la inclusión y la igualdad social, y que ejerce ese mandato, precisa necesariamente ser fuerte y solvente. Ese es el desafío de este momento, y afecta la puja distributiva, se trata de un desafío que toca intereses, por eso tanto ruido.
En este contexto, Cristina Kirchner se planta frente al mundo, hoy 3 de noviembre, en el G-20 y dice con total legitimidad que “estamos viviendo en un anarcocapitalismo en el cual hoy se invierte en petróleo, mañana en otro tema, sólo para especular”, y que “no puede haber seguridad alimentaria sin empleo, que es lo que le proporciona a la persona la posibilidad de tener alimento”. Recordemos que existe una porción del mundo más interesada en regular el precio de los commodities que en transparentar el sistema de especuación financiera mundial.
¿Se imaginan una Argentina volviendo a los mercados externos para financiarse? ¿Se imaginan el regreso de las medidas que hoy afectan a Grecia y hace 10 años hicieron caer al país en casi un 60% de pobres y 25% de desocupados? La independencia económica y la soberanía política van juntas. Y sólo con ellas se puede construir justicia social.
El gobierno con el apoyo del pueblo en las urnas, con el 54% de los votos -un récord en la historia reciente de la Argentina- decidió que va a pelear por el modelo que implica un Estado fuerte y autónomo de los grandes intereses (internos y externos), pero sin devaluar para no afectar el poder adquisitivo de los salarios de los sectores medios y bajos (ya que una deva podría generar inflación). Es una decisión que afecta claramente la redistribución del ingreso. ¿Cómo seguir siendo competitivos pero sin afectar el poder adquisitivo y el consumo? Es nuevo en la Argentina, antes de 2003 no se conseguía: un gobierno que hace lo que dice que va a hacer.
De aquel recorte sobre los salarios y jubilaciones del 13% para honrar la deuda externa (y honrar el modelo de valorización financiera, y los intereses asociados), una medida sin ningún consenso social, a este recorte sobre los subsidios de sectores seleccionados, que claramente no lo precisan. La diferencia es abismal. En este caso hasta ciertos grandes apoyan la medida. De aquel subsidio que sostenía una parte de la lógica "Hood Robin" de las tarifas resultantes del proceso de privatizaciones de servicios públicos, hacia una nueva etapa donde los subsidios puedan ser verdaderamente cruzados "Robin Hood", con tarifas que permiten sostener bajos valores en quienes los precisan, gracias a mayores valores en quienes pueden pagarlos.
Un detalle sobre el enfoque mediático: TN se pregunta por qué se dieron estos subsidios, y aclara que está bien que los quiten. Parece que TN no vivió en este país cuando las empresas privatizadas apoyadas por los medios (como TN) sostenían que había que ajustar las tarifas, y el gobierno prefirió no tirar de esa cuerda y subsidiar algunos servicios, para sostener y reducir paulatinamente el porcentaje que ocupaba el costo de los servicios en los ingresos de los hogares, para poder dinamizar sectores más intensivos en la toma de mano de obra, gracias al consumo.
Todas medidas que apuntan a sostener un Estado fuerte, equilibrado. Un Estado activo. Para el pueblo y del pueblo, o sea para el bienestar de toda la sociedad. Un Estado que está pensado para liderar la inclusión y la igualdad social, y que ejerce ese mandato, precisa necesariamente ser fuerte y solvente. Ese es el desafío de este momento, y afecta la puja distributiva, se trata de un desafío que toca intereses, por eso tanto ruido.
Comentarios
Tremenda Cristina en el G-20.
Tremenda Cristina, aquí y allá, ¿no?
Abrazo!