Vuelve la superproducción llamada: "No nos enloquezamo"
Se escuchan un montón de cosas por estos días. Es difícil entender cuánto hay de ideología, cuánto de convecimiento económico, cuánto de operación de intereses y cuánto de decir lo que le gusta escuchar a los que pagan mejor.
Pero que sea difícil no lo hace imposible.
Hablan desde la oposición de sacar el cepo, de bajar retenciones, de quitar ganancias, de reducir controles del Estado, bajar el gasto público, desproteger la industria, buscar nueva deuda (posiblemente tóxica). Todas estas afirmaciones están enfocadas en una redistribución del ingreso que vaya para atrás sobre lo conseguido todos estos años, o sea regresar a puntos de mayor concentración o menor mercado interno.
Son todas propuestas para que los sectores altos de la clase media y los empresarios puedan ejercer su poder económico sin sufrir trabas dadas por la organización del Estado en sus acciones para buscar una mayor equidad entre los sectores (que por cierto marcha muy lento, imaginarse entonces lo que significaría volver para atrás).
Primero hay que señalar que todas las medidas del Estado favorecen o perjudican a los distintos actores en disputa. No hay nada que favorezca a todos sin avanzar sobre los intereses de algunos. Eso no existe. El gobierno ha visibilizado sectores que en otro momento no tenían voz y por eso no se notaba su perjuicio. Hoy esa visibilidad ha dado lugar a la famosa grieta de intereses. Esto lo ha logrado gracias a instrumentos del Estado (que le dan más a quienes tributan menos) y que buscan paulatinamente ganarse el lugar de derechos adquiridos. Todo beneficio o subsidio que otorga el Estado beneficia al mercado interno, al consumo, que genera más ventas y más trabajo comercial y -con las políticas adecuadas- productivo.
Hablan de plan integral para combatir la inflación, pero como no tienen un correcto diagnóstico de por qué hay inflación, ese plan -conscientemente o no- será de ajuste. Porque la inflación tiene como base la redistribución del ingreso: incluso la que se vincula con la emisión y el déficit fiscal (en la medida que el gasto esté vinculado con aumentar ingresos para los que menos tienen).
Claro, no todo es tan sencillo. Es cierto que el país para seguir creciendo sin perjudicar al mercado interno, precisa dólares para importar todo lo que no se produce acá, sin que eso genere la necesidad de un precio mayor del dólar. Aquí estamos ahora. Viendo cómo orientamos el país hacia el desarrollo industrial (ver acá), para subir el piso industrial, pero sin regresar a un mercado interno más chico.
Lo que llama la atención es el apuro de ciertos sectores concentrados. Se sobrevalora el crecimiento aislado de otras variables y se subvalúa la importancia de sostener la inclusión social aunque sea con bajo crecimiento. Es decir, hoy una recesión de 1 punto (ponele) es mucho menos grave que el crecimiento con expulsión social (mayor desempleo, destrucción del tejido productivo, etc.) que existió entre 1991 y 1998. Una de las cosas que debe decirse es que la Argentina hoy no tiene apuro, precisa avanzar (en desarrollo tecnológico, y sustitución de importaciones) pero sin apuros o atajos que la hagan retroceder en materia social, como tantas otras veces en nuestra historia.
Pero que sea difícil no lo hace imposible.
Hablan desde la oposición de sacar el cepo, de bajar retenciones, de quitar ganancias, de reducir controles del Estado, bajar el gasto público, desproteger la industria, buscar nueva deuda (posiblemente tóxica). Todas estas afirmaciones están enfocadas en una redistribución del ingreso que vaya para atrás sobre lo conseguido todos estos años, o sea regresar a puntos de mayor concentración o menor mercado interno.
Son todas propuestas para que los sectores altos de la clase media y los empresarios puedan ejercer su poder económico sin sufrir trabas dadas por la organización del Estado en sus acciones para buscar una mayor equidad entre los sectores (que por cierto marcha muy lento, imaginarse entonces lo que significaría volver para atrás).
Primero hay que señalar que todas las medidas del Estado favorecen o perjudican a los distintos actores en disputa. No hay nada que favorezca a todos sin avanzar sobre los intereses de algunos. Eso no existe. El gobierno ha visibilizado sectores que en otro momento no tenían voz y por eso no se notaba su perjuicio. Hoy esa visibilidad ha dado lugar a la famosa grieta de intereses. Esto lo ha logrado gracias a instrumentos del Estado (que le dan más a quienes tributan menos) y que buscan paulatinamente ganarse el lugar de derechos adquiridos. Todo beneficio o subsidio que otorga el Estado beneficia al mercado interno, al consumo, que genera más ventas y más trabajo comercial y -con las políticas adecuadas- productivo.
Hablan de plan integral para combatir la inflación, pero como no tienen un correcto diagnóstico de por qué hay inflación, ese plan -conscientemente o no- será de ajuste. Porque la inflación tiene como base la redistribución del ingreso: incluso la que se vincula con la emisión y el déficit fiscal (en la medida que el gasto esté vinculado con aumentar ingresos para los que menos tienen).
Claro, no todo es tan sencillo. Es cierto que el país para seguir creciendo sin perjudicar al mercado interno, precisa dólares para importar todo lo que no se produce acá, sin que eso genere la necesidad de un precio mayor del dólar. Aquí estamos ahora. Viendo cómo orientamos el país hacia el desarrollo industrial (ver acá), para subir el piso industrial, pero sin regresar a un mercado interno más chico.
Lo que llama la atención es el apuro de ciertos sectores concentrados. Se sobrevalora el crecimiento aislado de otras variables y se subvalúa la importancia de sostener la inclusión social aunque sea con bajo crecimiento. Es decir, hoy una recesión de 1 punto (ponele) es mucho menos grave que el crecimiento con expulsión social (mayor desempleo, destrucción del tejido productivo, etc.) que existió entre 1991 y 1998. Una de las cosas que debe decirse es que la Argentina hoy no tiene apuro, precisa avanzar (en desarrollo tecnológico, y sustitución de importaciones) pero sin apuros o atajos que la hagan retroceder en materia social, como tantas otras veces en nuestra historia.
Comentarios
El único que da una explicación que cae fuera el ámbito estrictamente económico recurriendo al pólitico (como debe ser por que en lo económico se da la disputa) es un polaco que decía:
"Las razones de la oposición de los “líderes industriales” al pleno empleo obtenido mediante el gasto gubernamental pueden subdividirse en tres categorías:
a) la resistencia a la interferencia gubernamental en el problema del empleo como tal;
b) la resistencia a la dirección del gasto gubernamental (inversión pública y subsidio al consumo),
y c) resistencia a los cambios sociales y políticos resultantes del mantenimiento del pleno empleo." y los desarrolla a los bifes y sin tanta vuelta (como debe ser bai de uei)
En fin... por lo menos los tipos lo explicitan aunque difícilmente sus contubernios lleguen al gran público
Qu'e va'ce'... por lo pronto vamo' con las cantimploras más grandes del mundo (otro bastante esquizo entre popular y naranja) ja ja...
Saludos
Hacía demasiado tiempo que se habían desacostumbrado a semejante coraje gubernamental.
Con un empujoncito en octubre próximo, se irán disciplinando de a poquito.
La comedia K está llegando a su fin, cuando revisemos los números y las mentiras de la dékada ganada tomaremos de qué tan lejos llegó el engaño.... espero que todos los kirchneristas se peguen un tiro...
Desde que escasean los dólares la industria se estancó. Y en el último año y medio, para atrás.
Ah, no, claro, son solamente el (no sé, ponele) 35%, o el 25% que volvería a votar por candidatos K. Unos 6 millones de tipos. ¿Vos estás deseando la muerte de 6 millones de tipos? ¿De 4 millones? ¿Estás deseando la muerte de un millón de tipos?
Señor administrador del blog, ¿sería tan amable de retirar el comentario hijo de puta del señor Alcides? Muchas gracias.
Marcelo, el gaucho
Se acabó el crecimiento, la inflación se estancó en un nivel alto, y se puede reactivar. La deuda interna esta creciendo, y eso puede terminar en un plan bonex, si no arreglan con los buitres de afuera no viene nada, y en algun momento los bonistas externos de los canjes se van a cansar de no cobrar, estan poniendo un dedo en cada agujerito para que el dique no se caiga antes de Diciembre.
Encima Kicilof no para de decir pavadas.
Ningún plan que presente la oposición puede ser peor.
Yo admito que los que se quedaron sin oxígeno son vos Marianote y tu compadre Acidez, boqueando como buenso pescados los dos....
Dificil que las idioteces del Kici sean mayores a las tuyas y, encima, vos que no sabés ni entendés un pomo de nada.... mudate a Sante Fé o Mendoza porái te calman los nervios
Que va'ce' o sino armen un partido y vayan a elecciones "de civil" ¿no? ja ja...
Tranquilo don hache... de a poco, hay que tener paciencia... el "clima de inversión" pasa por otro lado. Y si no que te lo diga Marianote que año tras año aumenta la producción del poroto a pesar que están todos fundidos con la asfixiante presión tributaria y precios a la baja...
La grieta es lo suficientemente profunda como para desanimar a más de uno.. fijate que los mismos empleadores a sus empleados les dijeron que era mucho y estaban exagerando en el último contubernio organizado por Eurnekian (creo que fue este que juntó a Espert, Melconián y Blejer me parece buehhh... eso)
Pero bueno lo primero es utilizar los términos correctos "estanflacion" incluye aumento de desempleo que no está ocurriendo (adiviná por qué) pero bueno hay que tener cuidado con el estado fitosanitario del alimento que le acercan a uno, como que la inflación de los primeros '70 se debió a aumentos de sueldo por encima de la productividad y con los diagnósticos locales por ej. el del cavallo tras el alfonso que resultó ser falso ofcors.
Mientras tanto yo acá esperando el fin de ciklo, con las debidas cantimploras
Al respecto un comentario por acá.. (ojo sin compartir el festejo de este hombre(veo la vaca y lloro) pero al efecto de los inversores y demases, ante la restricción externa, colateral y tendencioso "atraso cambiaro" y viendo el tema sin dogmatismos....)
Saludos
No nos convendría tener en cuenta éste pequeño detalle antes de hablar de la economía argentina actual y la de dentro de unos añitos?
Me parece fun da men tal que produzcamos nosotros las cosas que necesitamos, así no se van afuera dólares al pedo. Pero, tranquilos, ni tan calvo que se le vean los sesos, decían los gallegos. Si aumentamos la productividad de, automóviles, por ejemplo, y conseguimos producir diez veces más que hoy, a quién se los vamos a vender? si Brasil está en crisis y no compra y EEUU no se termina de recuperar, UE está rifando sus posesiones al mejor postor y China se concentra en el mercado interior? Digo, me parece que es hora de invertir en infraestructura, sanear y blanquear el mercado laboral, acostumbrarnos a bien producir lo que consumimos, y esperar el final de la crisis mundial, no les parece?
Leiste algo sobre la crisis del 29?
Europa esta un poco complicada, el resto del mundo solo esta creciendo a una tasa mas baja que la de hace unos años.
«Hablan desde la oposición de sacar el cepo, de bajar retenciones, de quitar ganancias, de reducir controles del Estado, bajar el gasto público, desproteger la industria, buscar nueva deuda (posiblemente tóxica). Todas estas afirmaciones están enfocadas en una redistribución del ingreso que vaya para atrás sobre lo conseguido todos estos años, o sea regresar a puntos de mayor concentración o menor mercado interno».
No veo cuál es la ventaja de achicar el mercado interno.
No creo que la crisis mundial se termine. Más bien me parece que el mundo vive en una crisis económica permanente en la cual, cada tanto, aparecen islotes de bonanza, hoy acá, dentro de dos años allá… Pero que la constante no es la bonanza interrumpida por crisis, sino la crisis interrumpida por bonanzas limitadas en tiempo y espacio. Así que menos todavía veo la ventaja de achicar el mercado interno.
Abrazos,
Esther