Diciembre en la Argentina

Sobre los 30 años de Democracia, y los conflictos actuales. Así, cortito y al pie, y dentro del contexto de lo que está pasando en todo el país, se me ocurren algunas cositas. Buscando puntas de análisis que difieran del relato estigmatizante ortodoxo de "hay pobreza hay saqueos".

  • Existe una democracia profunda que tiene que ver con la inclusión, la vivienda digna, la amplitud de derechos y la igualdad social. Y existe otra democracia de derechos básicos y fundamentales que se basa en el respeto a las instituciones que igualan a las personas frente al derecho, la propiedad y el voto. No cabe pensar la primera sin la segunda, pero la realidad muchos sectores viven aún en una escala de grises en ambas. Y muchas veces la segunda debe ser transformada para darle lugar al desarrollo de la primera.
  • En la Argentina de los últimos 30 años hubo avances y retrocesos. En los últimos 10 años hubo un avance innegable, en los que mejoró el empleo, bajó el desempleo, mejoró el salario real y se achicó la brecha de la desigualdad (recorran este blog para buscar los números). 
  • Los conflictos sociales tienen siempre que ver, en el capitalismo moderno, con descontentos económicos de los actores sociales en pugna. Pueden ser por abajo, sectores necesitados, o por arriba sectores rentísticos o grandes empresas. 
  • La manera de conducir la economía -de discutir ganancias empresarias, apropiación de excedentes, beneficios, inversiones, ganadores y perdedores- es con política, desde el Estado, y no puede ser de otra forma (cuando el Estado le permite hacer a las corporaciones del mercado, también hace política). La intervención del Estado genera conflictos de los sectores que estarían mucho mejor sin él.
  • Tras muchos años sin empleo ciertos sectores, sin recursos, pueden reclamar por sus derechos a trabajar y tener una vida digna. 
  • Diciembre.
  • Actualmente, tras 10 años de mejoras sociales, pueden existir sectores que aún se sientan excluidos de esas mejoras. Y aunque en grandes números la brecha de igualdad se pudo acortar, cabe reconocer que los sectores aún excluidos, quizá un grupo menor, quizá no, se sientan más lejos que nunca del acceso al bienestar, sin que por eso sean (en todos los casos) personas que viven mal. 
  • Esto permite pensar en un contexto de base que haga posible convencer a ciertos grupos para que se arriesguen a acompañar saqueos o ataques a derechos ajenos, fomentados por otros. No tienen por qué ser pobres, pero sí, personas que no sienten su inclusión plena en alguna de las esferas de la democracia. 
  • La organización social genuina, para la que la militancia política da una mano formidable, es un camino para resolver lazos sociales, intra e inter familiares, que permita ante estos conflictos, que los grupos puedan hacerse fuertes frente a los tentadores ofrecimientos de quedarse con un LCD, por ejemplo. 
  • Las policías no son homogéneas, y los estamentos de abajo, que ganan innegablemente mal en la generalidad de las provincias, no se pueden acuartelar sin el visto bueno de las jerarquías, que también tienen sus intereses, y ganan mejor. La democracia de derechos básicos y fundamentales posiblemente no esté consolidada entre las policías, pero sin dudas la democracia profunda, de inclusión social, no llegó aún hasta ahí. Y existe una responsabilidad política fuerte en este contexto.
  • La lucha contra el narcotráfico, que parece ser apoyada por el mismo Papa, genera a su vez un tremendo conflicto de intereses en las cúpulas policiales, y entre éstas y cierta dirigencia política. 
  • Existen intereses políticos y económicos dispuestos a debatir la democracia profunda, para que no se siga tocando la distribución del ingreso como en los últimos años. Estos intereses prefieren quedarse en el debate sobre la democracia de derechos básicos, que es importante pero a veces tiene un papel de democracia fetiche en lo económico, que no busca igualar el poder adquisitivo. 

En una sociedad democrática la única forma de pelearle al mercado, para que haya igualdad social, y mejores recursos es con dos elementos sin los cuales no es posible una conquista social: un Estado que redistribuya recursos (por ejemplo a favor de los sectores vulnerables, la industria y el trabajo de calidad), que institucionalice derechos y que apoye a los sectores débiles de la sociedad y la economía, por un lado, y la organización social de estos sectores, por otro, para promover, acompañar y presionar a ese mismo Estado. Sólo en democracia esto puede ser posible. Sin derechos básicos y fundamentales (como la organización política y social) no puede haber una puja por una democracia profunda que permita el bienestar de todas las personas. 

Comentarios

jfc dijo…
muy ecuánime tu análisis

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