Desarrollo productivo. En esta década creció la industria

Hablar de las necesidades industriales, implica reconocer su crecimiento en términos absolutos, porque las necesidades de la industria no sólo tienen que ver con su proporción sobre el PBI, sino también con su tamaño, con su volumen, aunque mantenga la misma proporción. 

Pensar el desarrollo industrial no es un fin en sí mismo, es sobre todo un objetivo integrado a la inclusión, con más trabajo y mejores salarios. 

Entre 1993 y 2001 la industria manufacturera perdió peso en términos absolutos, reduciéndose en valores constantes un 5,8%. Mientras durante la última década creció un 78% (gráfico 1).

Gráfico 1:



El desguace del tejido productivo durante los 90s dañó la proporción industrial, siendo la crisis de 2001 su peor momento. Desde entonces, desde 2003 exactamente, el Estado logró conducir el crecimiento industrial sin descuidar la inclusión social. Cabe admitir que la proporción industrial sobre el PBI en una región que se reprimariza no creció, pero es cierto que creció en los mismos valores que el PBI. El PBI de la Argentina es uno de los que más creció en la región, por tanto el desarrollo industrial de la Argentina resulta de los más acelerados de América Latina en la última década.

El proceso de sustitución de importaciones suspendido en 1976, en el contexto de un nuevo y violento disciplinamiento social (en contra del trabajo, y su organización), y profundizado en los 90s causó una pérdida de tejido productivo y densidad industrial que lleva mucho tiempo recuperar. El modelo de los noventa buscaba una conjunción entre el crecimiento y el disciplinamiento social por el camino de la exclusión, el desempleo, la desmovilización social, la privatización de empresas de servicios públicos y la focalización de políticas. Favoreciendo así la concentración de los actores vinculados con las privatizaciones (bancos acreedores, empresas transnacionales y grandes grupos económicos locales).

Desde 2003, se recompuso el tejido productivo, primero basado en el fortalecimiento de las exportaciones, y segundo en el mercado interno. Este último eje genera ciertas tensiones: a la vez que apuntala las exportaciones (gracias a competitividad por escala) también las complica (baja de competitividad por costos). En este contexto en el cual se pretende profundizar el desarrollo sin afectar la inclusión (y/o el mercado interno) la competitividad adquiere una relevancia fundamental, y la educación/ formación es uno de los pilares de esa competitividad.

En principio, de este desarrollo se puede concluir que:
  • La promoción de la organización laboral, las negociaciones colectivas, las paritarias, son un éxito, y eje fundamental de un Estado dispuesto a intervenir en la puja distributiva.
  • El aumento de las exportaciones de productos industriales (y manufacturas en general) tiene, naturalmente, un impacto más fuerte en la cantidad de empleo, que a su vez se registra, que en el aumento de los salarios (ver cuadro 1), sin embargo en 2013 todo indicaría que las MOA volverán a superar a las MOI.

Cuadro 1:
Año
Expo Totales (millones de U$S)
Proporción en el total
PP
MOA
MOI
Combustibles y Energía
1998
26.434
25,0%
33,1%
32,6%
9,2%
2003
29.939
21,6%
33,4%
26,9%
18,1%
2012
80.927
23,5%
33,9%
34,0%
8,5%
Fuente: elaboración propia en base a Indec.

  • Las exportaciones parecen tener una relación más fuerte con la innovación tecnológica y la productividad que con el aumento lineal de empleo, que podría afectar la competitividad y por eso requiere que el Estado conduzca el alineamiento de las variables.
  • Los sectores que fabrican productos industriales y las actividades propiamente mercado internistas, registran un aumento del empleo superior a las demás. En este sentido el sector de manufacturas industriales muestra un aumento del empleo registrado del orden del 58% desde 2003, mientras que en la década de los 90s había expulsado mano de obra (gráfico 2).
  • Los mejores aumentos de remuneraciones están dados en el sector manufacturero, más allá del nivel de exportaciones. Cabe suponer que cuanto mejores son los salarios menor es la competitividad internacional de esa producción, pero al mismo tiempo cumple un rol fundamental en la igualdad social.

Una estructura productiva constituida en dirección de crear empleos industriales es menos dinámica y menos elástica al desarrollo y la competitividad, especialmente cuando la economía se acerca al pleno empleo.  Sin embargo, el desarrollo industrial no puede jerarquizarse aisladamente del empleo y el salario.

Los establecimientos industriales (que registran empleo) crecieron entre 1996 y 2011 un 17,6%, los comercios un 72,9% y las empresas de servicios un 58,3% en ese período. La inversión industrial es claramente más costosa y conlleva más riesgos. Por eso se requiere del Estado para asumir parte de los costos y riesgos de esa inversión, apoyándose sobre la recaudación que se obtiene sobre sectores más dinámicos, por un lado, y consolidando una real industrialización por sustitución de importaciones, que en el contexto actual sólo es posible de manera conducida para no afectar aún más variables de la economía, por el otro. 

Gráfico 2:



El sector servicios es el más flexible a la hora de sumar empleo, seguido por el comercio. Pero lo verdaderamente importante es lo siguiente: el primer trimestre de 1996 había más de 17 empleados registrados por empresa industrial, en el segundo trimestre de 1998, se contaban casi 19 empleados por industria. En el cuarto trimestre de 2011, existían alrededor de 21 empleados por industria.

En el mismo trimestre, por otro lado, el comercio tiene casi 7 empleados registrados por comercio y los servicios poco más de 10 empleos por empresa del sector. Ambos muy lejos de los 21 empleos industriales. De este modo, los esfuerzos del Estado por generar establecimientos industriales rinde en eficacia social mucho más que otros esfuerzos.

Es imprescindible seguir utilizando las nuevas tecnologías administrativas para generar políticas integrales desde el Estado que estimulen en las industrias y en las mipymes, las mismas ventajas que tienen en riesgo y velocidad de negocios, las grandes empresas y las empresas de servicios y comerciales. Todo lo cual, sumado a un Estado activo en materia de alineamiento de variables y de políticas de innovación y desarrollo, cuidando la industria nacional, y propiciando inversiones, es un camino central a explorar para hacer sustentable el modelo de inclusión con enfasis en el desarrollo industrial. 

Comentarios

Alcides Acevedo dijo…
Confirmado Herrera; sos un caradura.

Quiero creer que te obligan a publicar la sarta de mentiras que ponés y no por vocación.

Curioso: las "exportaciones" industriales ahora son iguales que durante el menenismo, muy raro, eso que ahora se considera producción "industrial" a los minerales sin procesar que y aumentó mucho el intercambio automotor con Brasil.

Lo dije otras veces y lo repito ahora: entre 2003 y 2011 el consumo industrial de electricidad subió un 20%, la producción de hierro y acero del 2012 fue MENOR a la de 2003, repito: MENOR.

Son números oficiales, a la mentira se la rebate con verdades de a puño:


En serio, aquí las fuentes:
http://www.acero.org.ar/index.php?option=com_remository&Itemid=27&func=select&id=44

http://www.energia.gov.ar/contenidos/archivos/Reorganizacion/informacion_del_mercado/publicaciones/mercado_electrico/historicos/Serie%20Facturacion%20en%20MWh%201970-2011.xls

Hache dijo…
Las expo son iguales a las del 98 (el mejor año de los 90s)? Curioso, porque parece que más que se triplicaron, que de eso habla el post... Fijate bien. Abrazos
Alcides Acevedo dijo…
Acá lo único que se triplica es tu caradurismo Herrera.

En todo el mundo crecieron las exportaciones de lo que sea por 3 en los últimos 10 años, de hecho Argentina no ganó participación en el comercio mundial.

También hubo inflación en dólares y encima el dólar se devaluó contra el resto de las monedas.

Argentina no le vende industria de verdad a NADIE, ese es un dato de base, el día que lo entiendas vas a entender por qué después de 60 años seguimos hablando de la "restricción extrena" y del señor Diamand.
Hache dijo…
Más allá que sólo apuntaba el post a mostrar el crecimiento industrial interno, para que no se dude que crecieron sus necesidades, sí mi caradurismo también crece sin parar Alcides, como tus ganas de que a la Argentina le vaya un poquitito mal. Argentina vende industria, fijate bien, lo que estamos discutiendo -no en este post- es cuánta y con que innovación incorporada.

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