La industria como porción del PBI, una deuda estructural pendiente

Nuevamente nos hallamos posteando sobre la industria nacional, no es un capricho. La obsesión sobre este tema no es directa, sino que se trata de una materia indispensable para planear la inclusión social.

Y ésta última, tampoco es un capricho, es la forma de construir un país con bienestar social, con la mayoría de la población satisfecha con su condición de vida. ¿Por qué? Porque la industria, por su incorporación de valor en los bienes producidos, precisa más trabajo y paga mejor que los otros sectores de la economía.

Ya posteamos sobre la concentración industrial aquí, y sobre la distribución del empleo por tamaño de las empresas aquí

Hoy traemos algunos gráficos (click sobre ellos para agrandar imagen) que ayudan a comprender la situación. Que no es ideal, y requiere mucho esfuerzo por parte del Estado para modificar los patrones estructurales que se plantean. Se puede ver el resumen de este post en Artepolítica.

Gráfico 1: Hasta 2009 las proporciones de los sectores productores de bienes, siguieron al PBI. Estos sectores mejoraron su valor absoluto en sintonía con el aumento del PBI total. Luego de 2009, los servicios y el comercio mejoraron su performance relativa, ampliándose la brecha entre los sectores productivos y el PBI total.


Gráfico 2: Dentro de los sectores productores de bienes, nos enfocamos en la industria manufacturera. Dicho sector, muestra una meseta en las proporciones que contribuye al PBI (área verde). En la comparación entre el modelo que favorecía los no transables en los 90s y el actual a favor del crecimiento con inclusión, se vislumbran cambios pequeños pero sustanciales.

El desguace del tejido productivo durante los 90s dañó la proporción industrial, siendo la crisis de 2001 su peor momento. Desde entonces el estado logró mejorar esa proporción pero sin llegar todavía a los niveles previos a la convertibilidad; el proceso de sustitución de importaciones suspendido en 1976, en el contexto de un nuevo y violento disciplinamiento social (en contra del trabajo), y profundizado en los 90s causó una pérdida de tejido productivo y densidad industrial que lleva mucho tiempo recuperar. Tiempo y esfuerzos, dado que por cada punto que se mejora alguna proporción hay otra que lo pierde, y detrás de eso los grandes actores que no logran ese "puntito" extra, juegan fuertemente en contra de cualquier esfuerzo del Estado por mejorar la proporción industrial y generar más y mejor trabajo.

Este gráfico hace evidente que el cambio estructural, tanto por el peso de la industria en los sectores productivos (que incluye al agropecuario) como en el total del PBI, es aún una materia pendiente que requiere una mayor transferencia de recursos hacia la industria, transferencia que ineludiblemente debe darse conducida por el Estado.


Gráfico 3: Como puede verse los establecimientos industriales (que registran empleo) crecieron entre 1996 y 2011 un 17,6%, los comercios un 72,9% y las empresas de servicios un 58,3% en ese período. La inversión industrial es claramente más costosa y conlleva más riesgos. Por eso se requiere del Estado para asumir parte de los costos y riesgos de esa inversión, apoyándose sobre la recaudación que se obtiene sobre sectores más dinámicos, por un lado, y consolidando una real industrialización por sustitución de importaciones, que en el contexto actual sólo es posible de manera compulsiva para no afectar aún más variables de la economía.

El BCRA informa que la proporción de financiamiento a la industria manufacturera, sobre el total de préstamos, era de casi 30% en 1990, del 20% en 1997, 8% en 2003, 16% en 2008 y 17% en 2011 (alimentos e industria química entre los que mayor proporción se financiaron). Claramente, un camino que acompañó la performance industrial y que cabe seguir profundizando. Por eso haber modificado la Carta Orgánica del BCRA abre una oportunidad sin igual para presionar a los bancos de manera tal que otorguen más créditos a la producción.



Gráfico 4: El sector servicios es el más flexible a la hora de sumar empleo, seguido por el comercio.
Pero lo verdaderamente importante es lo siguiente: el primer trimestre de 1996 había más de 17 empleados registrados por empresa industrial, en el pico de empleados industriales de los 90s, el segundo trimestre de 1998, se contaban casi 19 empleados por industria. En el pico de empleados industriales de la etapa actual (cuarto trimestre de 2011, último dato disponible), existen alrededor de 21 empleados por industria.

Dato que habla de la ampliación de las empresas existentes antes que de la proliferación de nuevas empresas. Actualmente, por otro lado, el comercio tiene casi 7 empleados registrados por comercio y los servicios poco más de 10 empleos por empresa del sector. Ambos muy lejos de los 21 empleos industriales.


Gráfico 5: la foto de la proporción de empleos registrados por sector, muestra que actualmente hay una merma respecto de la proporción de empleo industrial en comparación con los demás sectores. 



A modo de conclusión, se puede decir que este diagnóstico no afecta al gobierno, por el contrario, genera una base más fuerte para avanzar sin miramientos en una estructura productiva que incorpore mayor volumen de producción industrial. El tipo de cambio competitivo dinamizó el tejido productivo desde 2002, pero no modificó la estructura económica. Por eso aumentar el control es una buena estrategia, heterodoxa, que como toda política sólo se confirma con la practica y la voluntad de los principales funcionarios.

Y, en este sentido, favorecer el mercado interno es estrictamente eso. Por eso administrar el comercio exterior, y controlar el tipo de cambio son pilares fundamentales para avanzar hacia una modificación real de la estructura argentina. Aunque de ninguna manera se puede pensar que eso sólo alcanzará.

La inversión industrial debe ser consolidada desde el Estado, favoreciendo la creación de nuevas empresas, y la ampliación de las existentes. Ese es el desafío de esta inédita época, construir un sistema financiero orientado al desarrollo y no a la usura, para alcanzar la apuesta por la profundización de una estructura productiva sustentable en tiempos de crisis externa y menor crecimiento interno.

Comentarios

Alcides Acevedo dijo…
Flaco: dejá de mentir.
¿Cuántas vece te tengo que decir lo mismo?

Fijate acá:
http://www.indec.gov.ar/nuevaweb/cuadros/13/EIM-IOO.xls

El empleo industrial está por debajo del que había en la convertibilidad, repito POR DEBAJO.
Y eso que la población aumentó ¿por qué seguís mintiendo?

Lo mismo con el aumento de producción industrial, uno de los indicadores más potentes de la producción industrial es el consumo de electricidad, entre 2003- y 2010 aumentó apenas un 14,&% ¿cómo lo explicás?
Aquí la información:
http://energia3.mecon.gov.ar/contenidos/archivos/Reorganizacion/informacion_del_mercado/publicaciones/mercado_electrico/historicos/serie_facturacion_en_mwh_1970_2010.xls

Spon datos oficiales, dejá de hacer el ridículo y explicá los números que te esto mostrando.
Norberto dijo…
Lopez Aufranc, como siempre con el tachito corrido, el consumo de pico de electricidad paso de 15000MGW a 23000MGW en el periódo que mencionas, y la capacidad instalada mas del 45%, y según Uds. estamos en crisis energética, como lo explicás, esa es la realidad, esa que hace que en los picos de consumo estallen fusibles y cables a pesar del incremento de la potencia instalada y suministrada por la falta de inversión de las empresas distribuidoras antes y despues del 2003. Lo que vos estás considerando es facturación, que puede tener que ver,O NO, con el consumo, porque muchas empresas grandes han optado por generar su energía, como así tambien por el hecho de que tambien existen descuentos para los grandes consumos.
Negar la realidad de los barrios dice mucho de donde te movés, donde había desocupación hoy hay trabajo por mas que no lo puedas o quieras ver.
NUnca menos y abrazos
Anónimo dijo…
Alcidez: me parece que la nota no esta diciendo que hay mas empleo industrial que en la convertibilidad. Justamente el titulo de la nota es "una deuda estructural pendiente". Y en el texto dice "El desguace del tejido productivo durante los 90s dañó la proporción industrial, siendo la crisis de 2001 su peor momento. Desde entonces el estado logró mejorar esa proporción pero sin llegar todavía a los niveles previos a la convertibilidad".
Hache dijo…
Es verdad que la nota no apunta a eso, sino al peso relativo de la industria, pero puede verse que sí hay, en términos absolutos (gráfico 4), más empleo registrado industrial que en la convertibilidad. Gracias a todos por comentar.

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