A una década del inicio de la causa "Noble"
Difundimos,
Y decimos,
Las Abuelas de la Plaza no descansan en su búsqueda. Una búsqueda que se puede enmarcar entre las más angustiantes que hay: la búsqueda de la familia, la búsqueda de la identidad y de la propia identidad.
La Argentina merece que no haya ciudadanos sin su verdadera identidad. Es una causa noble, muy noble. Por eso la causa "Noble" representa una búsqueda noble. Y tanto a la señora Herrera de Noble como a Magnetto no les cabe un calificativo que baje de genocidas ratas inmundas.
Como se puede ver en la convocatoria, se utiliza una fecha como icono, pero no a las personas. La justicia, la verdad y la memoria no jerarquizan algunos nietos sobre otros. Pero la difusión, la batalla cultural, en este sentido es clave y por eso la fecha es importante, porque se aprovecha mediáticamente.
Por otra parte, respecto del caso particular de Felipe y Marcela, la polémica que siempre discuto con amigos es la siguiente: ¿se puede pedir una muestra de ADN compulsiva sobre las víctimas de la dictadura? ¿La verdad para la sociedad amerita que se obligue a algo a las víctimas? ¿Acaso la búsqueda de identidad no debe encontrar los mecanismos para consensuar con las víctimas tantos años lastimadas por sus apropiadores (que son violadores de la identidad de los chicos apropiados)? ¿El camino correcto es convencer a las víctimas o encontrar los caminos legales? ¿Acaso no es destruir todas las bibliotecas de psicología si nos la agarramos con Felipe y Marcela? Y en caso de que acordemos sobre que no se les puede pedir muestras compulsivas, ¿no deberían ir presos Felipe y Marcela por entorpecer la justicia? ¿Cuáles son los límites y los grises en esta causa?
De todos modos, es muy fácil opinar cuando uno puede tomar alguna distancia del inmenso dolor que genera la pérdida de estos chicos (y de su identidad). Y más allá de los modos, que a mí me parecen importantes, siempre voy a celebrar que se descubran nuevas identidades. Movamosnos por ello.
Las Abuelas de la Plaza no descansan en su búsqueda. Una búsqueda que se puede enmarcar entre las más angustiantes que hay: la búsqueda de la familia, la búsqueda de la identidad y de la propia identidad.
La Argentina merece que no haya ciudadanos sin su verdadera identidad. Es una causa noble, muy noble. Por eso la causa "Noble" representa una búsqueda noble. Y tanto a la señora Herrera de Noble como a Magnetto no les cabe un calificativo que baje de genocidas ratas inmundas.
Como se puede ver en la convocatoria, se utiliza una fecha como icono, pero no a las personas. La justicia, la verdad y la memoria no jerarquizan algunos nietos sobre otros. Pero la difusión, la batalla cultural, en este sentido es clave y por eso la fecha es importante, porque se aprovecha mediáticamente.
Por otra parte, respecto del caso particular de Felipe y Marcela, la polémica que siempre discuto con amigos es la siguiente: ¿se puede pedir una muestra de ADN compulsiva sobre las víctimas de la dictadura? ¿La verdad para la sociedad amerita que se obligue a algo a las víctimas? ¿Acaso la búsqueda de identidad no debe encontrar los mecanismos para consensuar con las víctimas tantos años lastimadas por sus apropiadores (que son violadores de la identidad de los chicos apropiados)? ¿El camino correcto es convencer a las víctimas o encontrar los caminos legales? ¿Acaso no es destruir todas las bibliotecas de psicología si nos la agarramos con Felipe y Marcela? Y en caso de que acordemos sobre que no se les puede pedir muestras compulsivas, ¿no deberían ir presos Felipe y Marcela por entorpecer la justicia? ¿Cuáles son los límites y los grises en esta causa?
De todos modos, es muy fácil opinar cuando uno puede tomar alguna distancia del inmenso dolor que genera la pérdida de estos chicos (y de su identidad). Y más allá de los modos, que a mí me parecen importantes, siempre voy a celebrar que se descubran nuevas identidades. Movamosnos por ello.
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