El desendeudamiento argentino es uno de los grandes logros de estos 10 años, en contraposición a una escalada de toma de financiamiento externo que se profundizó desde 1976 a 2001. Tres cosas para resaltar: La decisión política de desendeudar el país no fue sencilla. Por el contrario, sólo fue posible en la medida que simultáneamente se construyera soberanía política, tal como se hizo, recuperando los resortes de política (fiscal, comercial, cambiaria y monetaria) del Estado nacional. Al mismo tiempo el gobierno tomó la decisión de honrar los compromisos asumidos por el Estado desde que el actual gobierno lo conduce. Finalmente, cabe señalar, que los conceptos de independencia económica y soberanía política están estrechamente asociados al desendeudamiento, por cuanto un Estado endeudado asume compromisos con los acreedores no sólo económicos, sino también políticos y administrativos, tal como ocurrió durante los 90s y tal como le está pasando a gran parte de Europa actualme
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