Un Estado que reprime es un Estado con miedo para hacer política
Estaba leyendo lo que decía Kichner de la violencia en artepolítica: "El ser humano se enfrenta a situaciones de violencia al ver frustrados sus derechos en cuanto a salud, educación, trabajo y justicia. A la vez, se ve invadido cotidianamente por constantes y continuos flashes que le muestran los privilegios de los que gozaría si pudiera obtener aquellos bienes que, desde la realidad económica actual, muy pocos pueden tener."
Mi punto de vista es que el Estado debe asumir su rol en el bienestar social. Un rol que es indelegable, y cuando no lo ejerce se otorga a los intereses concentrados la libertad para que éstos tomen en sus manos la regulación de la economía, con el consecuente perjuicio para los sectores de menos recursos.
Ahora bien, un Estado (el gobierno que ejerce los poderes del Estado) que está en proceso de reparación y reconstrucción como el actual, debe conocer y asumir sus errores del pasado. Si desde hace décadas venía destruyendo el trabajo y la dignidad de las personas de la Argentina, cualquier acción actual debe ser pacífica y reparadora. Reparadora. La violencia sólo muestra impotencia de Estado. Y este Estado ya no sufre la impotencia del Estado de los noventa, está en condiciones de superar o convivir con sus miedos.
La política es la forma de transformar la realidad y los problemas sociales que la misma política generó deben ser resueltos desde las políticas de inclusión y no desde la impotencia. La decisión de no reprimir es, nuevamente, revalorizar la política como protagonista del cambio.
Mi punto de vista es que el Estado debe asumir su rol en el bienestar social. Un rol que es indelegable, y cuando no lo ejerce se otorga a los intereses concentrados la libertad para que éstos tomen en sus manos la regulación de la economía, con el consecuente perjuicio para los sectores de menos recursos.
Ahora bien, un Estado (el gobierno que ejerce los poderes del Estado) que está en proceso de reparación y reconstrucción como el actual, debe conocer y asumir sus errores del pasado. Si desde hace décadas venía destruyendo el trabajo y la dignidad de las personas de la Argentina, cualquier acción actual debe ser pacífica y reparadora. Reparadora. La violencia sólo muestra impotencia de Estado. Y este Estado ya no sufre la impotencia del Estado de los noventa, está en condiciones de superar o convivir con sus miedos.
La política es la forma de transformar la realidad y los problemas sociales que la misma política generó deben ser resueltos desde las políticas de inclusión y no desde la impotencia. La decisión de no reprimir es, nuevamente, revalorizar la política como protagonista del cambio.
Comentarios
Hay dos o más temas sobre la cuestión. Uno en particular de Soldati (vivienda, contención al inmigrante, xenofobía, violencia y represión) y otro general que trata de cómo intervenir en los conflictos sociales violentos mientras se construyen esas condiciones socioeconómicas superadoras.