Política y emoción
La sensación de que en la Argentina política y emoción, la política y el corazón, se encuentran en cada cosa que pasa.
Se muere Kirchner y nos duele. Nos duele que se vaya un líder que estaba peleando por la justicia y la dignidad.
Se muere Massera y nos duele. Nos duele recordar todo ese pasado; nos duele la seguridad de que hay por lo menos 30.000 personas que sufrieron y murieron por su culpa, su responsabilidad y toda la mierda que el tipo tenía en el corazón. Nos duele la sensación lateral de que esa época se va; que con él se van cada vez más esas 30.000 personas. No es racional, es emocional.
¿Por qué las emociones tienen tanto que ver con la política argentina?
Hay que militar para que dentro de algunas generaciones la política y la razón vayan juntas. Para que la igualdad y el bienestar sean características de la política argentina. La razón que da la inclusión social.
La vida es incierta. No sabemos qué va a pasar. Y por eso la política vive. Porque hay incertidumbre. Porque siempre se pueden cambiar las cosas para bien, para que una razón basada en el disenso y en el consenso sea parte de la política.
La lucha por la razón se hace desde la pasión. La política en la Argentina es emoción.
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