Racionalismo vs. incrementalismo en la Argentina de ayer y hoy


"La pesificación es el objetivo estratégico igual que el Paraíso, pero los caminos para llegar son sinuosos". Guillermo Moreno (2013).

El proceso de hechura de las políticas públicas en la argentina se puede analizar desde distintas corrientes. Como en cualquier lado, pero como estamos acá hablemos de acá.

La idea de este post es analizar estilizadamente las medidas económicas para repatriar capitales desde la lógica del incrementalismo. Y contar por que no seria interesante analizarlas desde el racionalismo. Pero ello sin dejar que aclarar que estas corrientees de estudio también son útiles en la forma de aplicar y desarrollar las políticas públicas, dando así un marco para entender la acción de gobierno, como así también para construir políticas.

Primero, el racionalismo entiende la hechura de las políticas en el marco de la intelección, del pensamiento del hacedor, del laboratorio, con menos negociación y con más trabajo en función de los objetivos. En este marco hay más de pretender que las cosas y los actores sean como se quiere que de intercambio con el ambiente o los actores. Funciona para la planificación del bienestar en sociedades donde la pluralidad no funciona como tal (allí donde la "pluralidad" es, por ejemplo, avasallar a los vulnerables para mejorar la riqueza de los ricos). En algunas cuestiones sobre las cuales el gobierno evalúa que tiene poder y capacidad técnica suficiente puede avanzar en cambios estructurales sin mover comas (en términos metafóricos) sobre los proyectos, racionales en función de objetivos. Por ejemplo, la estatización de los fondos de los trabajadores, la AUH, la reforma de la CO del BCRA o la (re) estatización de YPF.

En otras cuestiones el gobierno puede evaluar que el poder no es suficiente para dominar la situación según los intereses que representa. Así, el blanqueo de capitales externos para la inversión pública y privada, se puede entender desde una lógica incremental de las políticas públicas. ¿Por qué?

¿Qué dice la corriente incrementalista? El padre de estas ideas es Charles Lindblom, y la idea principal es que el incrementalismo sugiere actuar directamente en función de los resultados, realizar pequeñas intervenciones, progresivas, en negociación con los actores sociales, y continuar de la misma manera si se producen los resultados deseados o dar pequeños pasos en un sentido diferente si no es el caso. Es una estrategia de interacción política. Busca alcanzar los resultados sin someter a todo el conjunto de actores. Suele funcionar en las sociedades realmente plurales modernas, o también donde el poder del gobierno no es suficiente para aplicar "sin comas" alguna medida.

Como ya se imaginan la primera opción tiene como problema no atender las demandas que genera en los actores la política pública, y la segunda corre el riesgo de perder de vista los objetivos estatales si llegara a sobreatender las demandas de intereses de los actores. Desde ya que lo que suele ocurrir en nuestra sociedad es un gris entre ambos que penduléa según cada caso. Y no penduléa en el aire, lo hace según el poder de los actores en disputa. Con un condimento más: los sectores vulnerables no tienen una representación de intereses (como puede ser un sindicato, una asociación empresaria, un medio de comunicación) así que lo hace el Estado o nadie. Obviamente, a modo de hipótesis: cuanto más poder tiene (o cree que tiene) un actor, menos lugar hace a la existencia a una racionalidad en el entremado de las políticas públicas, ya que pretende definir a su preferencia -toda o una parte de- la agenda política del gobierno.




En la primera etapa del kirchnerismo, se devolvió la política al escenario argentino, y esto permitió la negociación entre intereses. En efecto, volvió la política fiscal, cambiaria, monetaria y comerial. Así, entre 2003 y 2008 (por poner un corte análitico) el gobierno avanzó negociando. Incrementando sus políticas según la agenda de gobierno pero contemplando los intereses en disputa. Esto se vio con la 125, por caso. 

Por tanto entre la 125 y las elecciones de 2011 hubo una etapa intermedia. Así, desde la derrota de la 125, y a partir de las elecciones de 2009, se evidencia otra etapa, de menos negociación, más racional, con objetivos claros que no fueron moderados por intereses aunque tuviera mucho poder (AUH, Ley de Medios, etc.), pero sólo recién después de las elecciones de 2011 sobrevino una etapa de alta racionalidad en la hechura de las políticas. Siendo los ejemplos más fuertes de esto, la re-estatización de YPF, el cuidado de las reservas internacionales y el ProCreAr

La decisión de blanquear capitales fuera del sistema, es una medida que, por su dimensión macroeconómica, puede entenderse dentro del incrementalismo. Luego del descenso de la actividad inmobiliaria de un 41%, y dada la necesidad de seguir invirtiendo en recursos hidrocarburíferos, el gobierno adopta una decisión que contempla los intereses de los actores en pugna, reduciendo la racionalidad inicial de desdolarizar el mercado inmobiliario, para concretar un cuidado férreo de las divisas en el BCRA. 

Estos problemas ocurren porque el Estado tiene el propósito de intervenir en la puja distributiva, mejorando la calidad de vida, los salarios, generando empleo, transfiriendo recursos hacia la economía real. Si esto no fuera así, si la agenda del gobierno coincidiera con la agenda de las corporaciones económicas patronales, o con la del sector financiero, habría disciplinamiento social antes que negociación política con estos intereses de mucho poder. 

Por supuesto que el gobierno nunca dejó de negociar, ni mucho menos entregó su agenda política en algún momento inicial, simplemente aquí se busca hacer un recorte analítico para pensar la realidad con más herramientas.

Si no se puede frenar al toro hay que montarlo, pero para montarlo hay que domarlo. Un poco por ahí viene este post. 

Comentarios

Ja ja...
Este Lindblom debe ser peronista..

Y si don hache...
no hay medidas "win-win" y menos con nuestra situación

Y como dijo Valle ayer en P/12: el gobierno "tiene que tragarse este sapo, no le queda otra"

Y bueno cuando estás a cargo tomás decisiones.... los que miran de afuera.. seguirán boludeando

Ahora, si esto no da los resultados esperados... ¿fuego a discreción?
Hache dijo…
Fuego a discreción sería una revolución en el sentido tradicional del término? Acá, con perdón de Gramsci, se van tomando casamatas. En post anteriores venía sugiriendo que un poco de "ortodoxia" (comerse algún sapo) era necesaria en la heterodoxia. Y mientras esa ortodoxia no lastime las conquistas sociales... hay que probar, ¿no?
Je je...

Y "fuego a discrción" alla K, más intervencionismo, crispación, recorte de libertades... en fin, más argumentos para los caceronabos.

El tema es que hubo una suerte de concesión a quienes que, con lo único que entran en razones es cuando les hacer perder guita.

Por que esto además de reactivar sectores alicaídos tiene implicito un mensaje a los citados
Alcides Acevedo dijo…
Ahá, muy triste lo tuyo Hernán...

¿Sabés? me dió curiosidad y busqué en tu perfil, después de googlear durante 30 segundos me encuentro con tu perfil en Linkedin...

Pensé que eras un chico que todavía estaba en la facu ¿qué me encuentro? con una persona bastante mayor que debería buscarse un empleo de verdad ¿pensás vivir para siempre de la política?

Encima te falta talento para la sanata, dale, no te ocultes detrás de Lindblom, hacete hombre, esto recién comineza.
Sergio De Piero dijo…
Muy bueno el post, da para una nota mas larga. Y si, yo creo que el incrementalismo se impone en los países del tercer mundo, la planificaicón es compleja.
Mariano T. dijo…
En el caso del blanqueo, es coimaincrementalismo.

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