Banderas en tu corazón

"La clave es la misma que para muchas otras "subóptimas políticas oficiales", porque la fuerza del nacionalismo depende de la debilidad del pluralismo y la democracia." Marcos Novaro.

En donde algunos ven búsqueda permanente de réditos, otros vemos construcción de poder y capacidad para enfrentar los poderes reaccionarios de la Argentina. Cuando decimos que hay que institucionalizar el cambio, lo que estamos diciendo es que la justicia y las instituciones deben ser un reaseguro, un ancla, de todo lo que se ha logrado en estos 10 años, que es mucho en algunas cuestiones pero también es poco en otras. Pienso que son más fáciles los cambios cuando hay menos actores involucrados. De este modo, (re)estatizar YPF o las AFJP resulta más fácil que establecer una estructura productiva con un mayor peso industrial, o controlar todos agentes económicos dispuestos a especular contra el peso. La justicia es una institución que demuestra ser ancla al pasado en muchos temas.

Lo que dice Marcos Novaro tiene que ver con la absoluta ausencia de comprensión de nuestra historia, o una comprensión mal interesada, lamentable. Vamos a suponer que es de otra generación y que no termina de ver algunas cuestiones que ahora emergen como centrales para la nación.

La Argentina atravesó gobiernos nacionales y otros menos nacionales, pero populares pocas veces. Y populares y democráticos, menos. El gobierno de Alfonsín, buscó ser democrático y pluralista, intento ser nacional (casi sin éxito), aunque no tanto popular (poner al Estado al servicio de los sectores vulnerables -y populares- antes que de los demás), el de Menem no fue ni nacional ni popular. El de Duhalde se reencontró con lo nacional, pero de ninguna manera con lo popular, ya que su propuesta fue licuar los salarios para reactivar la industria. ¿Tiene sentido lo nacional sin lo popular?

Actualmente, la Argentina transita un proyecto nacional, popular y democrático. Y sí, también plural, aunque la palabra "plural" es una bandera neoliberal que valoriza el "a cada uno según sus capacidades", antes que el popular "a cada uno según sus necesidades". Por ejemplo, detrás de esta dicotomía se encuentra la puja constante entre campo e industria. Pero también se empieza a colar una tricotomía, una pata central para la construcción de un país libre, justo y soberano: los sectores populares, tanto trabajadores como aún no incluidos. Entonces frente al pedido de devaluación que favorecería al campo y la industria, se evitan los shocks para favorecer a este sector. Desde ya que si el campo y la industria trabajaran articuladamente sería mejor para el país, pero mejor aún sería que actúen pensando en los trabajadores, permitiendo un mercado interno que le dé aire y vuelo a la Argentina. Pero se resisten. De ahí que puede hablarse de una tricotomía entre campo, industria y sectores populares.


Marcos Novaro dice que se levantan banderas "nacionalistas" por una búsqueda espuria de poder. Pero dudo que esto le moleste tanto como las banderas de la independencia económica, la soberanía política y la justicia social que también se levantan actualmente. Sin estas banderas, nacionales y populares, no hay cambio posible, sin cambio institucional no hay cambio. Las banderas se levantan por convicción.

"Si no hay actores capaces de presentar como factibles alternativas mejores, la solución kirchnerista seguirá siendo, aun para los que compren sólo condicionalmente su relato nacionalista, "lo que hay", con lo que debemos conformarnos. Es natural que semejante resignación requiera cada vez más cartón pintado y retórica engolada para hacerse digerible." agrega Novaro.

Hablar de "lo que hay", implica no concebir que haya importantes sectores de la población que se sientan mejor que antes. Y a pesar de que 2012 fue malo, tienen esperanzas en el gobierno nacional y popular, porque recuerdan todo lo que hubo antes, eso es lo que te dice "la gente en la calle", la otra gente, la mayoría.






Comentarios

Comparto totalmente.

Me gustó mucho el concepto:

"¿Tiene sentido lo nacional sin lo popular?"

Ése es el quid de la cuestión: la inclusión de TODOS no sólo de un sector que, durante décadas, fue el del poder económico y sus adléteres cómplices que llegaron al genocidio.

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