Anses-FGS y los directorios de las empresas
A partir del Decreto 441/2011 se derogó el techo del 5% para la participación del Estado en los directorios de las empresas donde ANSES-Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) tiene participación. Cabe decir que en este caso el Estado no está eligiendo participar más o menos en las empresas, está posicionándose de manera tal de estar comprendido en los directorios en función de la participación accionaria real y en función de seguir profundizando el círculo virtuoso del FGS: más inversión, más trabajo, más FGS, más inversión.
Parece justo y razonable, pero en la Argentina nada es fácil. Cuando se trata de discutir poder, los empresarios suelen querer definir todo ellos o al menos que se les de luz verde para casi cualquier cosa. Este gobierno no respeta las malas costumbres empresarias. Es decir, se está mirando de una forma distinta a los noventa lo que significa la seguridad jurídica, llevándola a un terreno real en todos los planos.
Si uno mira el siguiente gráfico con las empresas en las cuales participa el FGS, se encuentra con que en la generalidad de los casos las empresas involucradas son las grandes ganadoras de la etapa económica existente entre 1976 y 2001. Son agentes económicos de la cúspide empresaria argentina, bancos, ETN's operadoras de servicios públicos privatizados, grupos económicos locales. Son empresas a las que les va muy bien. Y todo indica que les va a ir mejor. Son los que siempre se sentaron a definir políticas públicas con el gobierno, pero ahora, si bien esas políticas no los perjudican (más bien lo contrario), ya no están en la cocina.
Gráfico participación del FGS en las empresas (click para agrandar):
Parece justo y razonable, pero en la Argentina nada es fácil. Cuando se trata de discutir poder, los empresarios suelen querer definir todo ellos o al menos que se les de luz verde para casi cualquier cosa. Este gobierno no respeta las malas costumbres empresarias. Es decir, se está mirando de una forma distinta a los noventa lo que significa la seguridad jurídica, llevándola a un terreno real en todos los planos.
Si uno mira el siguiente gráfico con las empresas en las cuales participa el FGS, se encuentra con que en la generalidad de los casos las empresas involucradas son las grandes ganadoras de la etapa económica existente entre 1976 y 2001. Son agentes económicos de la cúspide empresaria argentina, bancos, ETN's operadoras de servicios públicos privatizados, grupos económicos locales. Son empresas a las que les va muy bien. Y todo indica que les va a ir mejor. Son los que siempre se sentaron a definir políticas públicas con el gobierno, pero ahora, si bien esas políticas no los perjudican (más bien lo contrario), ya no están en la cocina.
Gráfico participación del FGS en las empresas (click para agrandar):
EL FGS creció un 86% desde 2008 hasta ahora, ubicándose en este momento en más de $180.000 millones. Las acciones representan un 12% de la composición del FGS, como se encarga en señalar el mismo Bossio. En 2008 estas acciones sumaban $7.000 millones, en dicho año las empresas intentaron comprar sus acciones, pero la decisión fue mantenerlas y hoy valen más de $22.000 millones, un 214% más. Evidente buen negocio para el Estado, que somos todos.
Desde distintos centros de estudios opositores se encargan de remarcar que es otro movimiento a favor de recaudar tanto como se pueda para el Estado, en este caso forzando la distribución de dividendos en tiempo y forma. Lo cual, es perfectamente justo, más allá de los intentos opositores por hallar debilidades. El rol del Estado en esta época trae un desafío muy interesante: plantear culturalmente la importancia del Estado para una economía justa, equilibrada y pujante; el objetivo es cambiar la lógica del pensamiento único neoliberal que tuvo gran difusión en nuestro país desde 1976.
El Estado entonces apuesta a colocar una proporción de directores en las empresas equivalente a la particpación accionaria. Lo ocurrido en Ternium-Techint-Siderar emergió como el ejemplo para el debate. El conflicto alcanzó en varios frentes, tanto a nivel de los trabajadores de la UOM que están representados en el Directorio actual y apoyaron inicialmente a la empresa, como en el nivel de una demanda comercial que ANSES presentó contra Siderar. Antes de eso se había señalado la nulidad de la Asamblea de Siderar desde la CNV. A su vez Siderar presentó un amparo contra la resolución de la CNV. Novegil, presidente de Ternium se entretiene en la discusión sobre la pertinencia de un DNU para regular esta cuestión. Parece que es el turno de la justicia.
En algunos casos las empresas tienen miedo, no deberían tenerlo: el Estado tiene el mandato de cuidar el FGS y eso implica que las empresas estén mejor y que toda la economía dé más trabajo. Salvo que las empresas necesiten ocultar algo, en ese caso en buena hora se está procediendo con la decisión del Decreto 441/2011. Además no es tanta la injerencia que un director minoritario tiene, la Argentina es culturalmente presidencialista y eso no escapa a la manera como se realizan los negocios de las empresas.
Cabe señalar que el Estado ya tiene un Director en varias de las empresas con anterioridad al Decreto 441, y que no son tantas las cosas que un director minoritario puede revisar, entre las cuales:
- Aprobación del balance. Con esta acción se evita que algunos resultados sean confusos y se evadan impuestos.
- Honorarios de los directores.
- Honorarios de los directores.
- Distribución de dividendos. Si no se distribuyen dividendos se debe definir lo que se hará con ellos de manera documentada.
- Emisión de deuda, Obligaciones Negociables o acciones. Los directores pueden verificar que estas actividades favorezcan los intereses que representan, aunque no siempre ocurre.
- Aprobación de la gestión de los directores y designación de nuevos.
Ninguna de ellas implica gran cosa. Lo cual afirma una vez más que la discusión es sobre poder, injerencia y quién participa de la cocina de las decisiones. Hay que pensar que mientras la alta dirigencia empresaria cada vez participa menos de la agenda de gobierno, el gobierno cada vez participa más de la agenda empresaria. A los muchachos mucho esto no les gusta. Y como el debate no es tan material como sí de poder, las cuestiones materiales no sufren gran cosa, comprobado por ejemplo en que las acciones subieron.
La discusión llegó a la superficie gracias a que la misma Cristina Kirchner la sacó a la luz, en el marco de la puja de poder que se menciona más arriba. Cristina Kirchner dijo: "No se trata de negar la importancia que las corporaciones tienen en la vida económica de un país, pero una cosa es participar en las decisiones y otra es imponer condiciones al poder político. El que lo quiera hacer que abandone la corporación y vaya a elecciones”.
Lo importante es que es otra discusión en la cual seguimos revisando el rol del Estado como regulador, como garante de la seguridad jurídica y como redistribuidor de la riqueza. Un Estado presente, con una justicia (y el acceso a ella) cada vez más igual para todos, con una participación de los trabajadores en la riqueza en aumento, es un Estado que, de sostenerse en el tiempo, brindará garantías para un país más justo, como nunca en la historia argentina.
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