El debate de la intervención del Estado, hoy.

Martín Lousteau habló un rato largo con Víctor Hugo Morales, el 10/09/2013 en radio Continental.

Entre otras frases dijo: 1) "cabe hacer esfuerzos hoy para llegar a un futuro mejor, hay una falta de paciencia en hacer esfuerzos para llegar a un lugar mejor en el largo plazo", 2) "un Estado cooptado por un partido o un Estado que no quiere discutir nada con el sector privado, no son ninguna de las dos buenas alternativas", 3) "el Estado compite con otros estados para ser más competitivo que ellos, el Estado está compitiendo mientras nosotros competimos".

Cada una de estas frases, invita a pensar un par de cosas. Cortito y al pie (espero).

1) Que alguien traiga algún ejemplo concreto que indique que eso no es un eufemismo. No se conocen casos donde un esfuerzo hoy en materia de justicia social, bienestar y consumo de los sectores populares haya traido algo bueno mañana. No hay ninguna justificación histórica o teórica para sostener cosas tales como que el hambre para hoy garantiza pan para mañana. Eso insulta la inteligencia de cualquiera. Por varias razones. Primero, estamos hablando de personas, que tienen derechos y necesidades urgentes. Segundo, ¿por qué los esfuerzos deben estar por el lado del bienestar social y no por el lado de las inversiones y las ganancias? Tercero, un esfuerzo que cabe hacer es el de más gestión por parte del Estado para generar más y mejor trabajo, reduciendo subsidios para quienes pueden seguir viviendo bien sin ellos, mejorar infraestructura, y aumentar los controles sobre la apropiación del excedente por parte del sector privado, Cuarto, en todo caso se puede plantear en términos de velocidad y convergencia de variables antes que de esfuerzo. Y quinto, los medios de comunicación también deben hacer un esfuerzo en mostrar que nada es mejor para una sociedad que su desarrollo, con inclusión e igualdad; y bajar tensiones.

2) Una falsa dicotomía. El Estado cooptado por un partido invita a pensar que la democracia funciona mal. Y si este fuera el caso -y seguro que en parte la democracia es inacabada, pero por otros motivos- debería plantearse en qué medida el gobierno no está representando al pueblo argentino. Al conjunto del pueblo. Porque el déficit público, por ejemplo, no forma parte de un problema de representación (quizá incluso colabora con el fortalecimiento de la legitimidad) sino, en todo caso, es un detalle, una decisión tomada (entre alternativas), producto de sostener esa representación.
Discutir con el sector privado. Parece que del aislamiento del mundo se pasó al aislamiento del mercado interno. No es así (en ningún caso), es un eufemismo. El problema es que se sugiere un Estado que discuta con los sectores dominates y adopte políticas en función de esos intereses. Hay diálogo, y ahora más aún. Se propician los intereses de los sectores vinculados con el mercado interno y el trabajo nacional. Es una decisión, que cabe defender. Con muchas dificultades porque nada es blanco o negro.

3) El debate del punto 2) hace referencia también a los niveles de autonomía del Estado para no ser penetrado con intereses particulares, y a su capacidad de diálogo para entender las necesidades de los distintos sectores económicos y sociales. No hay dudas de que el Estado toma decisiones a diario para atender necesidades sociales, y propiciar las inversiones y la industrialización nacional. El problema es cómo. Y si tiene éxito. El desarrollo requiere de inversiones privadas, y expectativas de ganancias asociadas a esas inversiones. Esto no se puede dejar a las libres tendencias del mercado, porque resultaría en una reducción del poder adquisitivo de los trabajadores o en menos empleo. Definitivamente, el Estado siempre debe corregir para mejorar.
Claro que los estados compiten, y la infraestructura aporta a la competitividad, también es claro que hay mucho por hacer en materia de infraestructura en la Argentina (transporte, energía, redes productivas regionales, vivienda, etc), especialmente frente a la tensión que genera el crecimiento. Porque sin crecimiento y desarrollo otros serían los problemas.

Pero de ninguna manera debe perderse de vista que la competitividad, el mercado interno, el nivel de producción, y la inversión pública y social son fundamentos para lograr la inclusión y el bienestar. Poca lógica por tanto tendría afectar el poder adquisitivo y/o el trabajo justamente porque son resultados esperados por esa misma intervención eficaz del Estado.

Comentarios

Respecto al punto 1) a mi me queda la duda (que se me va diluyendo) si estamos en presencia de un proyecto de Redrado, Part Gay, L. Murphy o si el tipo todavía está embargado en una nube de pedos altisonante onda troskismo

En cuanto al 2) el tema es discutible, por supuesto, pero de los que se habla muy poco es que precisamente el Socialdemokraterna con una fuerte alianza con el LO no sólo produjeron el estado de bienestar sueco sino que, "monarquiaron" durante mas de 70 años, digo por que además de la mala experiencia de los gobiernos populistas vernáculos (o sea P), se recurre al PRI para convencernos de la inutilidad de esta vía.

El punto 3) no entendí que catzo quiso decir el coso este, pero a los efectos de segual

Saludos
Hache dijo…
Mirá, Silenoz, si se estarán haciendo tantas cosas bien que el editorial de LN te lo reconoce:

http://www.lanacion.com.ar/1618749-mas-presion-impositiva-y-acoso-intervencionista

Yo quiero más de esto, qué sé yo. De a poquito
Ja ja... y si
Ahora eso que "han puesto a los gobernadores en la opción de emitir moneda propia o de aumentar sus impuestos. Han seguido este último camino" ma' o meno' por lo menos en PBA no se nota.

Y acá es cierto " deben agregarse los altos costos de atender los intrincados requerimientos de la autoridad tributaria"
Los honorarios de los estudios & bufetes del rubro "Evade & Dibuje" deben haber aumentado mucho sus honorarios.

Decididamente no somos un país normal.

Ahhh si Norberto, me llamó mucho la atención lo de BAE, y si, el tema es muy complejo como para abordarlo a la marchanta como algunos verdes patriotas procupados por los mapuches.

Saludos
Hache dijo…
El gobierno gobierna y conduce. Después habrá que trabajar sobre mejorar y profundizar. Pero no recuerdo un gobierno que durante 10 años haya logrado tanto en materia de disciplinamiento político.
Hay algunos impuestos en la PBA, eh, guarda. Revalúo de tierras, ley del diego por barrios privados. No son joda, para mí.
Si hache es cierto pero convengamos que nuestro sistema impositivo hay hacerlo merda y crear otro que se ajuste no sólo a la progresividad sino atendiendo la industrialización que se está buscando.

Según el cumpa Artemio y sus gráficos, a pesar de las modificaciones de mancuso, en la PBA la recaudación se funda en la actividad económica, cosa que NO debería ser por que afecta a la competitividad además de su injusticia.

Además, la característica regresiva entonces del sistema tributario de la PBA -que lo extendería a todas las provincias- hace que la recaudación se comporte en forma procíclica:
-cuando la actividad económica anda bien no hay quejas, se olvida el tema coparticipación por que se recuada bien.
-cuando la actividad económica flaquea, la recaudación cae y casi no tiene piso, consecuentemente comienzan los reclamos de la coparticipación.

Hay dos formas:
O sea, se va de punta con todo y aguantarse el contragolpe (125)
O la "necesidad" te obliga a cambios en forma discreta y pausada

Algo de lo último pasó con el "aprete" de CFK al manco el año pasado.

Saludos

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