Ágora

El Ágora era un sitio de la antigua polis griega (se destacaba el Ágora de Atenas), novedoso, donde se reunían los ciudadanos a discutir sobre la organización política y económica que se estaban dando a sí mismos. Aunque algunos la hubieran usado para tomar sol como Diógenes.

Mucho me temo que la Ciudad de Buenos Aires (¿sabían que la Constitución de la Ciudad permite ponerle o no el "Autónoma"? ¿no les importa tampoco, no? bueno, sigan así, igual los quiero) es nuestro Ágora.

El problema es que los debates se tiñen muchas veces con lo que la Ciudad genera, con sus grandes medios de comunicación y su población convencida de que el poder central (nacional) la afecta en sus intereses, más allá del color político que fuere. La Ciudad es el lugar más rico de la Argentina, y en esta época existe cierta sinceridad por cuanto el Estado no deja hacer libremente al más rico, cosa necesaria para mejorar la calidad de vida del resto.

¿Cómo explicamos que la mayoría por acá habla de una sociedad justa pero al mismo tiempo critican un gobierno que hizo más que los demás por ello? Lo curioso del PRO es que no esconde su vocación de consolidar un "Estado ausente": su líder no está nunca. ¿Por qué alguien puede defender al mismo tiempo la equidad social pero apoyar al macrismo que destruye la salud y la educación pública, cosa que hasta TN publicó*?

*Algunos empiezan a entender que esto es indicador de que la nueva esperanza blanca es Daniel Scioli.

Existe una polarización de ideas. Por un lado un sector se opone cada vez más al gobierno nacional, pero por otro el gobierno nacional sigue profundizando políticas de inclusión y cuidado del empleo, el trabajo y los niveles de distribución de ingreso y riqueza. ¿Qué va a pasar? A este paso, con re-re mediante, cosa que no me enamora ni un poco, pero me parece un second best atendible, vamos a una sociedad cada vez más dividida entre las opiniones políticas de pocos y la mejora en la calidad de vida de muchos, que también tienen una opinión política, aunque los medios de comunicación del ágora nos hagan creer que esta útlima es menos intensa.

Nos van a hacer creer que estamos en Venezuela, pero eso sólo dentro de este Ágora. Por suerte tenemos un país más rico y diverso que Venezuela, y la inclusión es bastante más sustentable que allá, donde sólo depende de la voluntad política de turno. El único lugar de la Argentina parecido a Venezuela es la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (!).

La Argentina se enfrenta al desafío de mostrar que el Estado siempre puede torcer a favor de los sectores populares, cosa que no perjudica en lo material a las fracciones acomodadas, ya que nadie duda de la importancia de las decisiones empresarias para la producción y el bienestar. Un poco así estamos.

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