Laborda desborda de odio y pavadas





Hoy en el diario La Nación, sí, che, lo tengo de punto, pero eso porque es el más serio opositor de la Argentina actual. Cosa que no quiere decir nada en el marco del patetismo opositor. Pero vamos allí.

Como fuere, mirá el baremo (andá a buscarla al diccionario o a google, je) que armó Fernando Laborda para pegarle al clima inversor (abajo de cada punto en negrita mis comentarios):




1. La deuda vencida con el Club de París por unos 9000 millones de dólares y con los bonistas que no adhirieron al canje de deuda por unos 3500 millones.


La deuda del Club de París, se enmarca en una deuda de clara ilegitimidad (para promover un modelo de valorización financiera, antiproductivo) y forzada legalidad. Dicho esto, si no adhirieron al canje, al cual adhirieron en definitiva (entre 2005 y 2010) casi un 93% de los acreedores, es porque están operando contra la Argentina esperando que un fallo les deje mejores rentas.

La Argentina cuenta entre sus grandes éxitos de esta época el proceso de desendeudamiento que permitió no sólo tener un Estado más fuerte, sino también un Estado que no es rehén de los condicionamientos de organismos internacionales que mutilaban cualquier oportunidad de política económica nacional. La deuda externa del sector público nacional pasó casi de un 100% del PBI en 2002 a menos del 17% en 2011.



2. Los fallos del Ciadi contra la Argentina aún no cumplidos.



La Argentina cometió el terrible error en la reforma constitucional de 1994 al darle rango superior a las leyes a los TBI, Tratados Bilaterales de Inversión. De esta manera las inversiones externas están protegidas con más fuerza de lo que podría tener una ley nacional. Asimismo, la Argentina adhirió en 1999 al CIADI, por tanto cualquier controversia entre los países de donde procede la inversión y la Argentina debe ser arbitrada por un tribunal internacional, el CIADI (que depende del Banco Mundial).

Todas medidas que buscaban favorecer al capital transnacionalizado por sobre los intereses del pueblo argentino. Pero como lo hecho, hecho está (ponele), se debe al menos tener en cuenta lo que el CIADI pueda decir. Eso no quiere decir que no se deban agotar los resortes nacionales para evitar que se aprovechen de un país que tuvo a su soberanía por el piso durante la década del 90 (y le seguían pegando).




3. La exclusión de nuestro país del sistema general de preferencias por el gobierno de Barack Obama.

Una discusión más periodística que otra cosa. Si hasta se juntaron Cristina Kirchner y el presidente norteamericano en una reunión amena durante este abril de 2012. Esto se enmarca en la administración del comercio exterior que practica la Argentina, en defensa de la sustitución de importaciones, del sostenimiento del poder adquisitivo de la clase media (por eso no se devalúa más rápido) y para facilitar la promoción de la inclusión social vía el trabajo y el poder adquisitivo de los sectores vulnerables. El costo es bajo a lado de la apuesta argentina.  



4. La denuncia conjunta de 40 países ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por las restricciones a las importaciones por parte de la Argentina.

De una hipocresía notable, porque la mayoría de los países tienen sistemas de protección comercial. De hecho cuanto más desarrollado está un país es porque más aplicó protecciones y promociones industriales, a lo largo de su historia.




5. La falta de acceso al crédito internacional a tasas razonables.

Si el acceso al crédito internacional viene con nuevos condicionamientos de política, y debilitamiento del Estado, mejor que falte. Este Estado precisa ser fuerte para enfrentar los intereses del poder económico concentrado (que para Lanata son débiles, pero les puedo asegurar que no lo son) y para intervenir en la puja distributiva a favor de los sectores relegados, que sólo pueden ser defendidos por el Estado y por su propia capacidad de organización. Por eso no puede arriesgarse a ser cooptado desde ningún sector.



6. La caída de la inversión extranjera directa en comparación con otros países de América latina.

La IED suele tener su contracara en las remisiones de utilidades al exterior, debilitando la salud del balance de pagos. Repsol YPF hizo mucha (según ellos) IED ¿y para qué? ¿Para vaciar la empresa y lastimar el futuro energético de la Argentina? La inversión (la IBIF) ha alcanzado niveles récord en la Argentina sin necesidad de la IED.




7. Las restricciones a la compra de moneda extranjera y las trabas para que las empresas puedan girar utilidades al exterior.

Ver punto 3 y 6. Justamente, las restricciones tienen que ver con evitar que siga proliferando la economía en negro, el lavado de capitales tan alegre y la fuga indiscriminada de capitales de empresas a las que poco les importa el desarrollo nacional. (Siempre va a haber economía en negro pero al menos que les salga más caro la fuga.)



8. La intervención activa del Gobierno en directorios de empresas donde la Anses posee acciones.

Una medida que marcó un antes y un después: la reestatización de las AFJP. El Estado argentino está mostrando que todos los recursos legales son válidos para defender a los sectores populares y forzar a que el arco de decisiones empresariales se acerque, aunque sea un poquito, a las necesidades de solidaridad empresaria que la Argentina necesita para promover su mercado interno y un desarrollo conjunto y no de unos pocos.



9. La desconfianza en las estadísticas oficiales.

La confianza en la economía de los agentes económicos para consumir e invertir no se condicen con la consabida discusión de la confianza en el INDEC.


10. Los ataques del Gobierno a los medios periodísticos que no ceden a las presiones oficiales.

Patético. Como yo lo veo los medios concentrados están más agresivos que nunca y el gobierno no evita que esto ocurra. Incluso, a pesar de todo, se demora la implementación del artículo 161 de la Ley de Medios.

La Argentina vive uno de sus mejores momentos por tanto las pujas distributivas a favor de la inclusión social pueden darse constantemente, sin que el poder económico logre participar en la agenda del Estado como en otras ocasiones, incluso es así en épocas de crisis externas como ésta. Algunas personas siempre le van a pegar al gobierno. Especialmente en el diario que defendió a la dictadura y a su principal exponente económico Martínez de Hoz. Así es como todo lo que suene a independencia económica, soberanía política, justicia social e integración regional a favor de la democracia y la inclusión es atacado sin ningún decoro por esta clase de periodistas al servicio de los sectores que luchan contra el cambio social, interesadamente.

Comentarios

Alcides Acevedo dijo…
Flaco, tenés un mambo terrible:

1) ¿Club de París? ¿valorización finaciera?

Veamos qué decía Cristina hace un par de años:

Decisión sorpresiva: los antecedentes

Pagan deudas que surgieron en la última dictadura


Aunque la presidenta Cristina Kirchner dijo anteayer que la deuda con el Club de París "debe ser una de las más genuinas" que tiene el país porque sirvió para financiar proyectos productivos, al menos en el caso de Alemania se cancelarán pagos por un submarino pedido por la última dictadura militar que no terminó de construirse.

La Presidenta agregó que "casi la totalidad fue dedicada a prefinanciación de exportaciones, o sea, no es deuda de carácter financiero".



¿Cuál es la valorización finaciera?

2) ¿Los tratados tienen rango superior a las leyes a partir del 94?
No tenés idea, los tratados SIEMPRE tuvieron (una vez aprobados por el parlamento) un rango superior a las leyes, eso figuraba ya en la constitución de 1853 (y en todas las constituciones del mundo).
La confusión quizá venga por el lado de que se incorporaron a la constitución del 94 ciertos tratados (basicamente referidos a los derechos humanos) que no se pueden denunciar sin reformar la constitución, pero cualquier tratado vale más que una ley, es así.


No sigo porque sería largo. Si querés hacer oficialismo esmerate un poco, hay gente que lee y entiende y si quedás como un ignorante todo el tiempo que tardaste en escribir el post es tiempo desperdiciado.
Hache dijo…
Que hambre que tenes Alcides.

La valorización financiera es un esquema de acumulación basado en la renta financiera antes que en la economía real. En este contexto, aplicado en los 90, fue que se tomó deuda con el Club de París. La deuda para inversión puede ser legítima, sí, pero eso requiere una macro que lo sustente, sino la inversión es una mentira. Y la macro de los 90 sólo promovía la renta (estilo Repsol) y no el desarrollo nacional.

A partir de 1994 se le dá a los tratados internacionales jerarquía constitucional. Lo cual otorgaba cierto poder supranacional a actores no necesariamente identificados con el desarrollo interno. Art. 75, inc. 22 de la CN. Existe un extenso debate sobre este tema. Fijate de leer algo antes de escribir cualquier cosa.

Che, de todos modos, te estoy contestando, cosa que no siempre sirve para algo, porque las cuestiones que hacen a las reformas constitucionales me interesan cada vez más ;)
Mariano T. dijo…
Ponele que el 10 es discutible, pero del 1 al 9 son ciertos e indiscutibles objetivamente.
De todos modos por tu objeción al punto 6, deduzco que no te desvela el "clima inversor", así que todo el post carece de sentido.

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