Efecto elástico kirchnerista
Hoy me desperté desayunándome la siguiente idea: existe un tira y afloje kirchnerista entre los modos de opinar e incidir sobre la realidad.
Me refiero a lo siguiente.
Por un lado están los que quieren la revolución, si es que no llegan al punto de proclamar que ya estamos en ella. Exigen, o piden (ponele) poco más o menos que la estatización del clima (y la posterior regulación de una temperatura agradable para todos de 25°). Son activistas de la celebración de toda medida que sale del gobierno nacional (y popular y revolucionario).
Por otro lado están los que dicen "no estiren tanto los argumentos porque cuando se suelte el elástico va a doler, ¿viste cómo es?". En efecto, este grupo relativiza la revolución pero defiende las medidas. Las explica y les pone contenido argumentativo, construyendo el sentido de la sintonía fina. Para este grupo nada es tan-tan ni muy-muy. Se creen muy realistas y pragmáticos.
Por supuesto que quienes están en la gestión se ven obligados a coincidir con el segundo grupo aunque crean que están haciendo la revolución. Porque es una revolución muy seria. Mesurada.
Es gracioso porque el primer grupo le pone el kirchnerómetro (¿así se dice?) al segundo. Y el segundo grupo le responde "¿cómo explicas la quita de subsidios, liberando servicios al criterio de un neoliberal como Macri?".
Pero claro, si haces esa pregunta es porque no sos kirchnerista, cariño. Para mí la culpa de todo la tiene el debate con la CGT.
Como fuere, ¿yo qué defiendo? La revolución, claro. Pero sin ataduras a esquemas pre-establecidos. Ponele. Defiendo el diálogo y ¿por qué no?: la revolución fina.
Me refiero a lo siguiente.
Por un lado están los que quieren la revolución, si es que no llegan al punto de proclamar que ya estamos en ella. Exigen, o piden (ponele) poco más o menos que la estatización del clima (y la posterior regulación de una temperatura agradable para todos de 25°). Son activistas de la celebración de toda medida que sale del gobierno nacional (y popular y revolucionario).
Por otro lado están los que dicen "no estiren tanto los argumentos porque cuando se suelte el elástico va a doler, ¿viste cómo es?". En efecto, este grupo relativiza la revolución pero defiende las medidas. Las explica y les pone contenido argumentativo, construyendo el sentido de la sintonía fina. Para este grupo nada es tan-tan ni muy-muy. Se creen muy realistas y pragmáticos.
Por supuesto que quienes están en la gestión se ven obligados a coincidir con el segundo grupo aunque crean que están haciendo la revolución. Porque es una revolución muy seria. Mesurada.
Es gracioso porque el primer grupo le pone el kirchnerómetro (¿así se dice?) al segundo. Y el segundo grupo le responde "¿cómo explicas la quita de subsidios, liberando servicios al criterio de un neoliberal como Macri?".
Pero claro, si haces esa pregunta es porque no sos kirchnerista, cariño. Para mí la culpa de todo la tiene el debate con la CGT.
Como fuere, ¿yo qué defiendo? La revolución, claro. Pero sin ataduras a esquemas pre-establecidos. Ponele. Defiendo el diálogo y ¿por qué no?: la revolución fina.
Comentarios
¿Es posible una revolución fina? La preguntaes en serio. Seria un simil de la forma escalonada de los socialdemocratas? Creo que no, que es otra cosa. Para mi el kirchnerismo es un "anoto todo lo que piden, y vamos viendo, pero no me pidas todo junto". Ponele "anoté lo de las mineras, pero ahora no puedo". Pero para mi lo anota.
Coincido en gran parte con lo que dice, y agrego que este es un gobierno con "timing" para aprovechar las oportunidades, ademas de preveerlas y esperar su maduración, nunca te lo van a decir, pero si te fijas en que momento tomaron las AFJP, en el pozo de una crisis que les había desvalorizado las inversiones, te vas a dar cuenta que sabe esperar el momento, y llegado, actua con la potencia y velocidad necesarias.
Fuerza, ánimo, buen año, nunca menos y abrazos
Y también entiende que la política (como la economía capitalista de la que no reniega) es cíclica, lo que le permite medir los tiempos, reconocer interlocutores (aún aquellos que no le caen del todo bien) y, según la coyuntura, elegir adversarios. Ahí es donde ha hecho una diferencia importante, me parece.
Y lo del kirchnerómetro, obviamente, es una zoncera. Si el proyecto es nacional tiene que ser una construcción amplia, que admita las diferencias y, sobre todo, basada en el laburo y el barro cotidianos, y no en las declamaciones puristas.
Al final, la hice larguísima.
Abrazo.
RDM
Esas peleas son como las peleas entre Moria y Susana, que se pelean por ver quién es mas Vedette.
Esto siempre se llamó y se llamará: paja intelectual.
En todo caso, estamos los que estan en el medio, que considera que en algunas cosas nos tenemos que poner como los que quieren la revolución y celebrar sin tapujos una medida (en mi caso pasa con la AUH, futbol para todo y reestructuración del INDEC entre otras), y en otros momentos nos ponemos como los que relativizan las medidas (en mi caso pasa con las recursos naturales y trenes entre otras cosas).
La toma de posición pasa por otro lado, que al estar discutiendo estas cosas, demuestra que ya tomamos posición.