En el diario las querellas, en el campo la sequía y en el medio de mi pecho la República Argentina
Ahora que está de moda sospechar de algo, y ya que se nos vienen acabando los temas por culpa de la térmica, voy a sugerir que la instalación de la sequía -incluyendo el trascendente (¡y dramático!) debate entre pesqueros de alta mar por un lado y representantes corporativos agropecuarios que sienten el maíz, el calor, se ensucian los zapatos y andan sin corbata, por otro- está orientada a aumentar los precios de los commodities en la Bolsa de Chicago para posterior beneficio económico de todos los argentinos (claro que algunos son más argentinos que otros).
Dos apostillas: 1) La Nación toma como objetivo los partes del campo pero como dudosos los partes del gobierno, por si quedaba alguna duda del lugar que ocupan; y, 2) La verdad que, más allá de mi corazón industrializador, me gusta que hayamos (aramos dijo el mosquito) influido alguito en algo que se dirime en Estados Unidos.
No culpes a la noche / No culpes a la playa / No culpes a la lluvia / Será que no me amas
Dos apostillas: 1) La Nación toma como objetivo los partes del campo pero como dudosos los partes del gobierno, por si quedaba alguna duda del lugar que ocupan; y, 2) La verdad que, más allá de mi corazón industrializador, me gusta que hayamos (aramos dijo el mosquito) influido alguito en algo que se dirime en Estados Unidos.
No culpes a la noche / No culpes a la playa / No culpes a la lluvia / Será que no me amas
Comentarios
Nunca menos y abrazos