Debate mirando a agosto y octubre

Es válido destacar algunos puntos que van a influir en la elección de octubre de este año:

  1. Es una elección legislativa, en la que no se presenta ningún Kirchner por primera vez en una década. El caudal electoral del oficialismo en las legislativas suele ser menor que su caudal en las presidenciales.
  2. El mantenimiento del consumo y el empleo, no tanto en términos estadísticos, que no son unívocos, eh, sino en términos de sensación: si se siente que se puede consumir como siempre o más será una cosa, sino otra. Si se siente que el empleo está seguro y se logra mantenerlo, igual.
  3. El debate sobre la década ganada prendió bastante fuerte, no es inocuo.
  4. El gobierno nacional mostró debilidad en temas clave como la Ley de Medios y la reforma de la Justicia, eso por el contrario de lo que podría pensarse, puede sumarle al gobierno por cuanto refleja alguna debilidad y ningún autoritarismo. Entonces hay menos poder que morigerar. 
  5. El gobierno sigue reasignando recursos del Estado a favor de los sectores que menos tienen. Eso debería tener no sólo una repercusión sobre los sectores beneficados directamente, sino también alguna repercusión sobre otros sectores, por aumento de ventas y sostenimiento del empleo gracias al mercado interno. Esto demuestra que mientras el mundo (Brasil en particular) no ayude al crecimiento, éste podría ser sostenido endógenamente. Este punto es fundamental, el crecimiento o no de la economía será un factor central. 
  6. La inflación va a jugar un rol en los sectores medios, como tradicionalmente ocurre en la Argentina. Cuanto más se contenga mejor será para el gobierno (y para todos, está claro). 
  7. La calle cambió en la Argentina. Ahora la oposición también se moviliza, de manera desorganizada y sin unidad electoral. Pero existe algún tipo de blindaje mediático que puede recanalizar ese problema, por ahora sin resolución. 
  8. El kirchnerismo, en términos de calle, está cada vez más fuerte. La organización también está más fuerte. Si bien los medios opositores muestran esto como negativo, cabe notar que cuánto más organizado sea, más leal es este pueblo a un rol del Estado, éste. Y más allá de cuánta gente se esté movilizando, es cada vez más la que lo hace, como se pudo ver este 25 de mayo. Un poco por tradición y otro poco porque los medios opositores asustan también a los kirchneristas, que sienten cada vez más que deben estar en la calle. 
  9. La manera como jueguen los principales referentes políticos también será central en esta elección. Massa podría unificar a un sector de la oposición o dividir a un sector del oficialismo, según cómo actúe. De todos modos, meterse va a ser embarrarse, por ahora es el suplente que juega bien justamente porque el equipo juega mal. 
  10. La elección de 2011 se definió en agosto, acá puede pasar lo mismo. En ese sentido el gobierno corre con ventaja. Si pierde en agosto, todavía tiene un resto para que varios se den cuenta que el "voto fiscal" no tiene sentido. Y si gana puede arrastrar a un sector más de la población a acompañar. 



Al respecto me encontré con estas posturas que salieron en el Cronista de Sergio Berenzstein,  Artemio López y Graciela Römer, que hablan sobre el presente y futuro de la Presidenta.

26-05-13 


La opinión de tres especialistas consultados por Clarin respecto al presente y futuro de la Presidenta Cristina Kirchner:

¿Es posible que el Gobierno recupere la clase media?
Por Graciela Römer CONSULTORA GRACIELA RÖMER Y ASOCIADOS

El Gobierno llega a las elecciones de octubre y especialmente a su obligado paso intermedio, las PASO de agosto, en una situación difícil. Lejos quedó aquel 54% que le permitió niveles enormes de legitimidad para tomar decisiones poco felices pero sin embargo aceptadas por la oposición tanto en materia económica, fiscal y aún políticas.

Hoy se enfrenta con una situación económica y fiscal en dificultades, una opinión publica que sigue clamando por acciones que pongan límite a la violencia delicuencial, controle la inflación y dé señales de políticas que reactiven la generación de empleo.

A pesar de sostener un núcleo duro de adherentes de alrededor del 30-35%, un sector importante de clase media que contribuyó significativamente a alimentar ese 54% de octubre de 2011, hoy expresa niveles importantes de críticas. Este es un sector vital sin el cual parece difícil obtener una masa crítica de votos que permita no solo obtener una mayoría relativa sino alcanzar objetivos como la reforma constitucional tan ansiada por sectores más duros del cristinismo.

Se suma al clima preelectoral existente, el impacto que las denuncias sobre corrupción (sin respuestas explícitas por parte del oficialismo) tienen en el electorado de clase media y, no menos significativo de considerar, la posibilidad que ese eje –la corrupción– se convierta en un factor clave para coagular a una oposición fragmentada y poco creativa a la luz de la opinión pública.


Estabilidad política sin calidad democrática
Por Sergio Berensztein POLIARQUÍA CONSULTORES

Hay dos lecturas que se pueden hacer de los diez años del gobierno kirchnerista. Si comparamos los diez años del kirchnerismo con los de Carlos Menem o con los de Perón o, antes, con los de la continuidad radical que comenzó en 1916, Cristina llega con bastante poder y bastante legitimidad.

Ha hecho una acumulación notable de recursos en la figura de la Presidenta, que es lo que explica esta continuidad.

Ahora, si uno se pregunta si esto es un sistema democrático con participación ciudadana y partidos políticos fuertes y un sistema con capacidad para resolver los problemas de la gente, es decir, un sistema que esté al cuidado de la salud, del medio ambiente o de la educación, el país tiene un déficit espectacular.

La consolidación del poder de Cristina es posible por sus atributos autoritarios. Estamos ante una experiencia de estabilidad política bastante rara. La continuidad no se explica por la estabilidad de las instituciones. Esta década ha dado estabilidad política, no calidad democrática. Es una experiencia muy frustrante.


Una popularidad sin variaciones
Por Artemio López CONSULTORA EQUIS

Habiendo transitado un año de fuerte impacto de la crisis internacional en la región, que desaceleró el ritmo de crecimiento del país, la Argentina mantuvo sin embargo los niveles de consumo y empleo sin cambios significativos, por lo que su popularidad centrada en la figura de la Presidenta no registra variaciones respecto a octubre de 2011.

Aún más, desde el inicio de la crisis con la caída de Lehman Brothers, en el año 2008, el desempleo bajó de 8,8 al 7,9 por ciento, mostrando la fortaleza para defender el empleo local a diferencia de lo que sucedió en la década neoliberal, cuando con la crisis del Tequila el desempleo pasó, en solo un año, del 10,7% al 18,4%, entre 1994 y 1995.

Comentarios

Ud. sabe don hache que me parece que la manija a Massita lo está desdibujando y licuando a mancuso

Ir ¿uno por uno?
Norberto dijo…
Lo que sucede estimado Silenoz, es que como dice Hernán, Massa solo tendrá vuelo si queda dentro del FPV, si se lanza a la lid, es decir al campo de Marte, por fuera, consolidará una parte del electorado provincial altamente volátil a su alrededor, que le podrá servir para cooptar alguna viuda K si sus compañeros no tienen que ver con el peornismo residual, en cuyo caso podrá liderar una coalición de derechas de todo tipo con muy pocas garantías a la hora de la verdad que le interesa, el año 2015.
Nunca menos y abrazos

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