Las corporaciones patronales

No es posible trabajar sólo al nivel de los actores individuales al interior de las asociaciones (o corporaciones). Las entidades más importantes de la Argentina son agrupamientos de asociaciones, confederaciones o superior (a excepción de la Sociedad Rural Argentina), por lo cual incluyen en su interior distintas cámaras, además de empresas. 

Hay que destacar la existencia de fracciones de los sectores dominantes que juegan en conjunto desde su/ s posición/ es sectorial/ es. Estas fracciones pueden conformarse por distintos actores con un interés similar, ya sean empresas, grupos, conglomerados, cámaras, federaciones o confederaciones. 

Imagen: discursos de las corporaciones por tema (click en imagen para agrandar)





Los consensos logrados pueden ser de distinta índole y tenor; se pueden abordar distintos objetivos ya sean de orden microeconómicos, meso-económicos o macroeconómicos. El nivel microeconómico tiene que ver con cuestiones específicas de ciertas empresas en ciertos mercados o con políticas dirigidas a organizar un mercado en particular. En el nivel mesoeconómico, se hallan las cuestiones sectoriales que se refieren al conjunto del sector (p.e. los derechos de exportación o los aránceles, o las licencias no automáticas). En un nivel macro, se encuentran las políticas económicas aplicadas con relación al empleo, al tipo de cambio, precios relativos, etc. Estos niveles tienen una lógica de anillos uno dentro del otro; en el sentido de que las medidas macro van necesariamente también a afectar a los anillos meso y microeconómicos, y las medidas meso también al anillo microeconómico (ver iamgen). Como se ve, se trata de dividir las variables clásicamente llamadas microeconómicas en dos partes (micro y meso) a efectos de poder relacionarlas con asociaciones patronales.

Estilizadamente, son las cámaras (asociaciones de empresas o empresarios, ABA, ADEBA, ABBAPRA, Cámara de la Construcción, SRA) las que suelen discutir (con algún poder de influencia) cuestiones microeconómicas, las federaciones (agrupamientos de asociaciones, CAC, CAME, COPAL) se elevan a cuestiones de índole mesoeconómicas o sectoriales y las confederaciones (agrupamientos de federaciones, UIA, CRA) se debaten en un nivel meso o macroeconómico.

No obstante, hay empresas, que por su importancia estructural en la economía, levantan el peso de las asociaciones donde se encuentran. Lo cual se profundiza todavía más si se considera que hay grupos económicos (o conglomerados, según el caso) con empresas en distintas cámaras, de manera tal que se puede encontrar un tejido entre asociaciones que se mueven en un mismo sentido en lo relacionado con las presiones que se ejercen –o se busca desplegar– sobre el gobierno. Es decir, allí donde está Techint (AEA o UIA, por ejemplo) ya sólo por eso hay una base de poder; donde están los grandes productores rurales (SRA) ocurre algo similar. 

Las organizaciones especiales de varias empresas de distintos sectores (pe. la Asociación Empresaria de la Argentina (AEA) es una coalición de empresas que no atraviesa ahora su mejor momento), como así también los grupos conformados por varias asociaciones, suelen abordar cuestiones macroeconómicas. En este sentido la Mesa de Enlace se conformó por una cuestión mesoeconómica puntual, y no  pudo sostenerse en el tiempo de manera sólida por la disparidad de intereses que integraba. 

¿Para qué nos sirve tener esta mirada? En primer lugar nos da una idea de cómo se ejerce el lobby sobre qué temas y desde dónde. En segundo lugar nos permite agrupar actores para saber cómo tratarlos. 

El gobierno de 2003 a 2007 tuvo una fuerte impronta sobre la promoción de la (re)agrupación de intereses. Cabe recordar que la década de los 90s destruyó la movilización social en general y la agrupación de intereses de todo tipo, en particular, donde el más fuerte tocaba individual y directamente la puerta de la Casa Rosada. Esto ocurrió naturalmente por cuanto el Estado se fue haciendo más fuerte y ya no alcanzaba con los abordajes individuales (en la mayoría de los casos). 

En simultáneo, desde 2007 en adelante, y especialmente desde 2011 al presente, el gobierno nacional se fue orientando a profundizar la inclusión y su intervención en la puja distributiva, con todas las dificultades que eso genera, camino en el cual el Estado se hizo aún más fuerte como organizador de los sectores relegados y vulnerables. 

Este mapa de situación, tras el rotundo apoyo popular del gobierno en 2011 en un contexto de crecimiento ininterrumpido que favorece a las empresas, ha permitido que el Estado alcance un punto de conducción de estos sectores patronales como pocas veces en la historia de la Argentina (lo cual no implica que sea mucho o suficiente). A lo cual hay que sumarle cierta coherencia de hierro en el comportamiento del Estado a favor del empleo y el consumo, coherencia invariable en los últimos años y sólo debatida con fuerza por los medios de comunicación, pero no por los empresarios (ni, curiosamente, por la oposición). Los empresarios del campo tampoco logran argumentos convenientes, ya que se arriesgan a dejar en evidencia su falta de solidaridad con sectores postergados de la sociedad. Desde este blog, se dijo varias veces que la coherencia en las acciones del Estado no es suficiente para generar una matriz plenamente inclusiva, pero esto es otro tema.

Esta situación, en el plano de los argumentos y las presiones, naturalmente genera conflicto, y más puja distributiva, consolidando dos minorías intensas y tradicionales: una -ahora- primera minoría que conduce la consolidación de una estructura productiva y social de inclusión y aquellos que, una segunda minoría, que reacciona frente a esos cambios. La mayoría de los empresarios se debate sobre dónde debe posicionarse, en celebrar los beneficios materiales o profundizar sus tradiciones ideológicas.

Comentarios

Mariano T. dijo…
La SRA es la agrupación más chica y menos representativa de los intereses del agro.
El 80% de sus socios, que son pocos, estan ahí porque crían animales de pedigree y la SRA mantiene los registros genealógicos.
Lo que pasa es que estan en Buenos Aires, tienen una imagen en el público extrasector mas fuerte por la tradición y por la organización de la expo, y trabajan mejor la prensa.
Para mi CRA, que es la más grande peroi la más desfinanciada, es mucho más representativa. Junto con CONINAGRO y FAA.

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