Plan industrial mata discusión del cepo

Un post más para pensar, que para otra cosa, sin certezas, es más: debería escribirlo entre signos de pregunta. Pero no se la provoco a nadie de ese modo. Así que será en carácter afirmativo. Pero teniendo en cuenta esta intro.

Me hago unos mates y escribo dos o tres cositas que me vienen dando vueltas... Listo.

1. Inflación

Toda inflación se vincula con la distribución del ingreso (cada palabra iluminada lleva a un post sobre el tema). En términos conceptuales, todo precio que se corrige es una respuesta del que pone precio a una distribución del ingreso que no valida.

Rápidamente, veamos algunos casos.

Emisión para monetizar el déficit. Pensémoslo así: el problema no es la emisión en sí, ni tampoco lo sería el déficit en sí, ni ambas cosas integras, en sí (todo esto podría ocurrir sin inflación). El problema viene por el lado del gasto. El problema de la inflación, porque el gasto en sí, es todo menos un problema. Todo lo que compra el Estado (ya sean gastos de capital, o corrientes) agranda la demanda agregada (consumo más inversión), y todo lo que es del Estado es de todos. El gasto público conceptualmente se puede dividir en partes iguales por toda la población (el más rico y el más pobre, lo cual tiene un peso mayor en el más pobre), este gasto tensa la relación entre la oferta y la demanda cuanto más progresivo es ese gasto/ inversión (por ejemplo, con seguros de desempleo o subsidios de consumo, o jubilaciones y pensiones, y cualquier otra inyección de dinero en sectores sociales que no generan ingresos, o los generan por debajo de ese subsidio, transfiriendo así de los que más generan a los que menos).

Entonces, cuanto más redistributiva es la relación recaudación-gasto en bienes y servicios, más se fomenta la demanda agregada (por aquello de que los más pobres consumen cada peso extra que les ingresa) y esto presiona sobre los precios, como respuesta a no validar esa distribución. ¿Entonces? La emisión no es (casi) nada, la calidad del gasto lo es todo. Si el gasto fuera inocuo redistributivamente no generaría inflación, ni siquiera con emisión. Si el gasto redistribuye del que menos al que más (en promedio) hasta puede generar deflación (esto me suena de algún lado). Si la emisión llegara a la gente gracias a que se tiran billetes desde el cielo, sería altamente inflacionaria, si llega al consumo gracias al gasto público (o inversión pública de capital o social), a los salarios y a la solvencia fiscal, otra es la cuestión.

Otro punto en discusión es la puja salarial. Acá es más fácil de entender (porque tiene que ver con la redistribución primaria del ingreso). Aumentan los salarios, los empresarios -si pueden- aumentan los precios igual o más que esos aumentos. Cuanto más concentrada sea la empresa, más probabilidades de aumentar precios por encima de los salarios, tal como ellos mismos admiten. Y eso que el promedio de la producción de bienes y servicios, se calcula en la Argentina, no supera un 20% de costos laborales.

¿Qué hay aquí de fondo? No sólo hay una puja distributiva entre ganancias y salarios, también hay un contexto que permite aumentar precios. Este contexto suele llamarse crecimiento ("aumentan porque pueden"). Cuando el contexto no acompaña (no hay demanda para validar aumentos de precios), esta disputa se suele saldar por el lado de los despidos antes que por el lado de los precios.


2. Dólar

El precio del dólar. En general el precio del dólar afecta los precios internos. Tanto porque su variación afecta los costos, como porque se "importan" precios del exterior (más pesos por dólar, hace que aumenten en pesos todos los bienes que se vinculan con el comercio exterior, generando inflación). Por eso se habla de "ancla nominal de precios": porque sostener el dólar permite sostener los costos de los productos importados y no importar precios (esto último se corrige con derechos variables de exportación, pero parece que no anduvo esto).

Obviamente, el precio del dólar, afecta a la distribución del ingreso entre exportadores y trabajadores en pesos.

Sostener el precio del dólar, incluso por debajo de un precio sustentable en el tiempo (en función del ingreso de divisas) permite mejorar el poder adquisitivo de los salarios y los ingresos en pesos. Claro que esto perjudica la competitividad de la economía porque encarece los productos nacionales frente al exterior y abarata los del exterior. Es más largo, pero dejemos ahí este tema.

Un dólar no caro permite hacer más manejable la deuda externa (que tiene un carácter redistributivo regresivo: se pagan con impuestos de todos), y mejorar los precios de los bienes importados (favoreciendo inversiones).


3. Cepo

Todo esto mejoró el mercado interno sin parar hasta enero de este año cuando se devaluó. El consumo público y privado creció en el actual contexto.




No existe un precio de equilibrio del dólar (algunos dicen que es el que surge de dividir base monetaria sobre reservas, pero esto es confuso y vacío desde los objetivos de desarrollo e inclusión). Lo que sí puede plantearse es un precio sustentable del dólar. Desde que se implementó el famoso cepo (cada cual puede llamarlo como quiera, no es ése el debate acá) se decidió mantenerlo en un precio que no era sustentable, en el contexto de un mundo que no acompañaba para una mejora notable en el nivel de exportaciones. Para sostenerlo, un requisito era no cambiarlo a ese precio a cualquiera y porque sí.

Con lo cual se decidió sostener el mercado interno, a costa de utilizar reservas. Lo cual, desde un punto de vista social es atendible, pero posponiendo un mayor desarrollo industrial, salvo el vinculado al mercado interno, que demanda productos nacionales de bajo contenido tecnológico. Esto es un problema para la estrategia adoptada desde el punto de vista industrial.

Llegado 2014 se decidió no tocar más las reservas, porque la gobernabilidad del sistema depende en parte de ellas, y no hay lealtad de todos los actores con el gobierno (si la hubiera todo sería más fácil). Empezando por los sectores exportadores, que no tienen intereses vinculados con la mejora del salario de sus trabajadores.


La salida

¿Por qué me interesa plantear la salida de este tema? Porque todo lo que no se debata antes de los hechos, corre el riesgo de debatirse después.

Se puede interpretar que cualquier plan de salida de la oposición incorpora deuda del FMI, o sea, eso incluye, sin lugar a dudas: menos inyección de recursos en la demanda agregada, devaluación hasta precios sustentables desde el punto de vista del equilibrio exigido por intereses transnacionales, antes que el de los trabajadores o el desarrollo, un déficit vinculado con un gasto poco redistributivo (ni siquiera se exige déficit cero, con lo anterior alcanza). Y si no incorpora deuda del FMI incorpora deuda de cualquier otro lado, con ajustes más o menos similares, que no generen una transferencia desde el precio del dólar al poder adquisitivo.

Lo anterior forma parte de un claro error conceptual. Un error que busca que una vez más los trabajadores paguen con menos bienestar un aterrizaje de las variables. Acá el objetivo no puede ser quitar el cepo, ése es el objetivo de intereses concentrados y de intereses confundidos.

Acá el objetivo debe ser retornar a un saldo de cuenta corriente sustentable, como tantas veces hemos dicho antes. Y eso debe hacer en el marco de un plan integrado para el desarrollo industrial.

No es verdad que el interés de todos en el largo plazo, coincide con el interés de los exportadores en el corto.

Un plan industrial, que busque corregir las variables actuales para mejorar el saldo corriente del balance de pagos debe hacer uso de todas las herramientas que el Estado generó en estos años, por ejemplo: BCRA independiente del sector financiero, y pensado para el desarrollo, YPF estatal, leyes de defensa de las relaciones de producción y consumo, ley de defensa de la competencia, leyes de defensa del consumidor, y mayores controles. Además debe hacerse en un contexto de acceso al crédito externo para controlar las variables. Porque el plan debe ser para todos, no para las ganancias de los empresarios (que necesariamente mejorarán, pero el tema es moderar esa mejora, controlarla).

La situación, para mí requiere una serie de pactos. 1. distributivo: que tiene relación directa con inversión y los precios. 2. fiscal: para armonizar (poder del Estado, con todas sus herramientas, mediante) campo e industria, que permita lanzar sectores estratégicos por su absorción tecnológica, sin lastimar a otros. 3. social: sostener y aumentar de manera ordenada salarios reales, en base a la misma estrategia industrial. Si estos pactos no tienen integralidad entre sí no tienen sentido. 

Creo que esta que planteo acá, rapidito, sin releer, con más dudas que certezas, es la agenda fundamental de los próximos 10 años. El que diga otra cosa, quiere otra cosa. Para mí ¿eh?


PS: Acá, @martintetaz respondió a este post. 

Comentarios

Anónimo dijo…
Plan industrial mata todo, pero requiere de un esfuerzo y coordinación extraordinarios (pruebas al canto, en 10 años, poca industrialización). La ortodoxia te ganan en el mientras, con propuestas de corto plazo y sin especificar costos.
Saludos,
ManhattanRuiz@Iron_hic_man
Un tema muy amplio y de discusión necesaria, no apto para rentistas, pero los temas que abordás realmente merecen una discusión.

Respecto al inflación, es imperioso poner en claro que ésta se debe a aumentos generalizados de los precios, en consecuencia lo que se debe analizar entonces son los costos de dichos productos y márgenes de ganancia atendiendo la concentración económica.

Sin entrar en detalles dentro del costo básicamente tenés el precio de los insumos, servicios, bienes intermedios, tasa de interés y el laboral que es el único donde los empresarios tienen alguna mayor posibilidad de manejar lobby mediante.

En una economía con un alto grado de productos importados (al menos intermedios) como la nuestra, el tipo de cambio es otro componente importante de los costos y, en definitiva, de los precios.

A esto se deben sumar las presiones cambiarias debidas a la restricción externa que se vuelcan como costo de oportunidad

Todas estas cuestiones se discuten y fundamentalmente se explican muy poco y todo esto sumado a la puja distributiva consecuente de un modelo que tiende a repartir el excedente vía la política fiscal, explican las causas de los aumentos de precios

En definitiva la inflación es multicasual pero dentro de ellas la emisión o el déficit no ocupan el lugar que acomodaticiamente propalan en cadena nacional los gurúes que nos deben explicaciones.

Por otro lado, los aumentos no provienen del “vivir por encima de nuestras posibilidades” o “la fiesta consumista populista para ganar elecciones”, la inflación de demanda es casi algo exótico desde el momento que toda industria funciona con capacidad ociosa o la existencia de stocks.

La capacidad ociosa es para atender picos de demanda estacionales o momentáneos en el corto plazo, en el largo se recurre a la inversión. Y frente a aumentos sostenidos de la demanda la inversión acompaña a efectos de satisfacer dicha demanda. Por esta razón los estímulos a la oferta no dan los resultados esperados, sólo aumentan las ganancias pero no estimulan la inversión

Y si, gran verdad “no existe un precio de equilibrio del dólar” esas son una de las tantas gansadas de los neo lib, neo clásicos, ortodoxos y demás clanes, el mismo dogmatismo cuando hablan de producto potencial como exógeno y cosas por el estilo

En el corto plazo es muy necesario recomponer la cta. cte. por que este déficit opera sobre las expectativas del tipo de cambio y es por esta vía que te aumentan precios, te fugan divisas etc. Y para ello debe apelarse a todas las herramientas sin dogmatismo pero como debe ser: si es deuda sobre infraestructura que mejore los costos o en actividades que generen los dólares para su repago, algo similar con la IED

Y si, yo muchas veces comenté que es necesario ir hacia un neo Pacto Social (estado-trabajadores-empresarios) en donde los cumpas sindicalistas deben participar en mucho más que lograr mejoras laborales, deberán discutir el modelo de pais y el protagonismo de los laburantes en el camino de dicho modelo, lo cual implica revisar formas de actualización salarial entre otros conceptos.

Pero para ello se necesita un gobierno fuerte. Y un gobierno fuerte genera “crispación”, “grietas” y antagoniza.

Saludos
Hache dijo…
Manhattan, poca industrialización pero más que la media de AL, guarda.

Silez, creo que coincido con vos, salvo que vos digas otra cosa. En todo caso ponemos énfasis en algunos puntos distintos: especialmente no creo que la concentración genere inflación en sí (los 90s eran más concetrados que estos tiempos), sino que en todo caso, las emrpesas concentradas la aceleran en un contexto ya inflacionario tomando mayor ventaja que el resto de los formadores.

Por lo demás, estoy muy de acuerdo con tus últimos 3 párrafos.

Saludos

Ojo don hache que todo lo que escribo no seria una crítica tirando a la que nos suele ofrecer la runfla, sencillamente un cuadro de descripción que debemos sortear, y si lo logramos, por primera vez en la historia.

Es basicamente reconocer nuestras especifidades que dan como resultado estas presiones que surgen por la resistencia de cambio de modelo e intereses ponele (ja ja... ando medio marxista)

Igual ojo con ciertas linealidades, por que en los '90 teníamos:

-el 1 a 1 como "ancla" inflacionaria
+
-un contexto de 0 puja distributiva
+
-inexistencia de "propagadores inflacionarios" (indexaciones de contrato, paritarias & sou on)

Estos dos ultimos influyen sobre las expectativas => inercia inflacionaria ≈ 0

Saludos
Hache dijo…
Estamos de acuerdo, creo que justamente eso decía yo: que la concentración te pone el margen de ganancia, pero no la inflación, eso depende de las cosas que digo en el post.

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