Subte: Le recordamos que cuide sus pertenencias

Néstor Grindetti, Ministro de Hacienda de la Ciudad de Buenos Aires, dijo sobre el aumento de tarifas en el subte, que:
"Nuestro compromiso es con los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires. Para que seamos cada vez más autónomos y podamos tomar nuestras propias decisiones. Para que podamos viajar más rápido y mejor. Para que tengamos servicios de calidad (...) Eso es lo que hicimos cuando nos propusimos mejorar los niveles de seguridad y como no nos pudimos hacer cargo de la Policía Federal decidimos crear una fuerza de seguridad propia, cercana, de excelencia, con la mejor tecnología y así nació la Policía Metropolitana".


Lo cual abre un panorama interesante. Primero evitemos el pánico: el Subterráneo de Macri no va a estar conducido por algún genocida de la dictadura. O mejor dicho, ojalá nunca esté conducido por uno de esos personajes nefastos.

Es importante situarnos en cada escenario. Este aumento ocurre porque el gobierno nacional está cuidando algunos gastos y subsidios en función de atender una nueva etapa económica, que podemos definir rápidamente como sintonía fina.

Los aumentos de tarifas son siempre delicados. Nos recuerdan lo peor de las privatizaciones y del neoliberalismo en la Argentina, proceso en el cual las tarifas pasaron a atender la rentabilidad privada en total connivencia con el gobierno, en vez del bienestar social. Pero tampoco debemos demonizar los aumentos en sí mismos.

En efecto, ¿una mirada de conjunto a dónde nos conduce? A revisar objetivos y estilos de gobierno. El gobierno nacional tiene una sincera postura a favor del bien común presente y futuro: por eso en épocas de menor recursos elimina los gastos de mayor impacto sobre los sectores pudientes de la población y atiende, en varios frentes, la inclusión de los que aún no logran incluirse al modelo.

Es un proceso arduo, de un merlista "paso a paso", que requiere un Estado fuerte, nacional y popular, que antes de endeudarse (hipotecando el futuro y condicionando políticas) agote los canales para mantener el equilibrio de las cuentas pública sin financiamiento externo. En este sentido el gobierno nacional se ve activo en hacer que el Estado intervenga en la economía, liderando el sentido que adopta el mercado: cuidando el poder adquisitivo de los salarios de todos los sectores sociales, estimulando la demanda (y por tanto mejorando el bienestar) de los sectores vulnerables, regulando los distintos sectores y sus balanzas comerciales, mejorando el crédito para la inversión, generando obra pública, cuidando los presupuestos nacional y provinciales, etcétera.

Lo anterior refleja una clara estrategia de redistribución del ingreso, que presenta nuevos desafíos como el de redistribuir en tiempos de estancamiento o menor crecimiento.

Muy por el contrario el gobierno de Macri ha demostrado que en ninguna de sus políticas se apunta a construir un Estado cuyo rol sea activo y proactivo, resolviendo los problemas de la población y consolidando derechos sociales (como llamar a una Audiencia Pública para debatir las razones del aumento). El gobierno de Macri se orienta a mejorar el paisaje de quienes ya viven bien, por un lado, y a generar negocios siempre en función de lo anterior, con empresas vinculadas, por otro lado. En la Ciudad de Buenos Aires se descuidan la educación pública y la salud pública; servicios fundamentales para la inclusión social.

Así avanzamos. Así llegamos a los aumentos de tarifas. Que son perfectamente coherentes en cualquier caso, pero que deben ser contextatualizados para entender si se realizan en función del bien común (mantener un Estado fuerte para la inclusión) o en función de la renta económica (expulsar a los sectores vulnerables).

Más neoliberalismo en la Ciudad, señores. ¿Esa es la ciudad que quieren los votantes de Macri? Lamentablemente, yo creo que sí. Y así estamos. No hay luz al final del túnel.

Comentarios

RDM dijo…
Muy de acuerdo, pero con algunas salvedades. Macri es Macri. Si no hiciera lo que hace, estaríamos hablando de otra cosa. Por eso de las peras y el olmo...
Por otra parte, más allá de la brutalidad (casi) ilegal con la que tomó la decisión, esperando reducir costos políticos futuros, el aumento no puede sorprender a nadie.
Finalmente, guarda con no tener que mordernos la lengua más adelante, cuando se revise la política de subsidios de los servicios de transporte nacionales.
Me parece que las diferencias ideológicas son las que son, y no podemos pretender otra cosa. Pero, donde debemos hacer la gran diferencia, porque ahí sí que la comparación tiene sentido, es en el estilo. Entonces, se tratará de ver quién se hace cargo de las decisiones que toma, y quién mira para otro lado buscando alguien para culpar.
Abrazo.
RDM
Alcides Acevedo dijo…
Flaco ¿qué estás fumando? convidame un poco...

La desastrosa política de subsidios de los últimos años fue la bomba de tiempo que ya comenzó a estallar, se trató de una "inexplicable" medida procíclica sin sentido alguno, para el kirchnenerismo tener las tarifas "más bajas del planeta" (en CABA y GBA ya que el resto del país pobre paga mucho más) era motivo de orgullo militante, ahora resulta que tienen que ocuparse de los humildes... muy caraduras.

Te aviso algo: no están previstos aumentos en la asignación por hijo durante todo el año... tampoco otorgaron ayudas extra de fin a año a jubilados, muchos la pasaron realmente mal.

Se acerca el brutal final de la mentira K, ya se encendieron los motores del helicóptero...
Hache dijo…
Estoy de acuerdo en un 100%, RDM (Resumen de Medios?).

Alcides, tiene muchos sentidos, qué decís? Después discutimos si los compartimos pero subsidiar el transporte tiene objetivos claros. El problema es quién, cómo y para qué se subsidia.

Lo "gracioso" del caso es que ya nombraron a un nefasto en subtes... y yo que lo decía medio en broma. Por favor. http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-184895-2012-01-06.html
Mauro A. dijo…
Hay algun estudio que haga las cuentas de cuántos "trabajadores" con ingresos aproximados a la linea de pobreza (o si se quiere, con cualquier ingreso arbitrario) usan el subte a diario?.
Pregunto esto por que siempre que digo que me parece algo coherente que se aumente el precio que tenía de 1.10 por que los ciudadanos de la CABA tienen la suficiente guita como para pagar el aumento, me saltan con que al subte no solo lo usan los ciudadanos de la CABA que tienen plata, pero hay un estudio sobre eso, o es solo sentido comun?.
Por otro lado, acá en cordoba, el boleto está a 2.50, no hay casi trasbordo, y aun así el consumo aumenta. Por lo tanto, se puede inferir que un aumento del boleto en la CABA no debería resentir mucho al consumo, no?.
Anónimo dijo…
Para mi lo "gracioso" es que algunos aumentos sean "sintonía fina", "sincera ropuesta a favor del bien comun" y otros directamente son robos ("cuide sus pertenencias").

Lamentablemente, parece ser más redituable para el gobierno de la ciudad(hablando de votos) atender el subte que la salud o la educacion publica, pero a cuenta de tu comentario sobre que en los 90"las tarifas pasaron a atender la rentabilidad privada en total connivencia con el gobierno, en vez del bienestar social", no habría que dejar de lado que durante 8 años el Gobierno Nacional, subsidió la oferta, no la demanda, y transfirió millones de pesos a empresas privadas de transporte. En el caso del subte fueron (por lo que leí) más de 700 millones de pesos el año pasado.

Y no son PyMEs, Metrovías es propiedad de Roggio (de la patria contratista) y Cirigliano (TBA, Grupo Plaza).

Agustin
Anónimo dijo…
Estoy buscando tu post sobre los aumentos en el boleto de colectivo, pero no lo encuentro.

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