¿Por qué baja/ sube la inflación?

Si hay algo que es apasionante, eso es la inflación. Bueno, para algunos. Para los que estamos viendo cómo se desarrolla un país, con cuáles disputas entre sectores. Supongo que un viaje a Polinesia puede ser más apasionante para la mayoría (inviten).

Porque la inflación tiene todos los condimentos: polémica, debate social, comparación histórica, evaluación presente, pujas entre sectores. Se trata de un fenómeno concreto, con innumerables razones microeconómicas, pero siempre bajo un cierto contexto macroeconómico. El problema es que no estamos de acuerdo sobre este escenario. Lógicamente, como todo en economía su difusión está cruzada por intereses, casualmente económicos, con representación política. Así, los medios, los dirigentes, etc. toman partido respecto de con qué corriente explica el fenómeno, según sus intereses. La inflación es también una relación social, que genera ganadores y perdedores inmediatos.

Desde este blog hablamos varias veces al respecto (acá, aquí, allí, acullá). La tesis fundamental es que en el escenario macro la inflación es más fuerte cuando la distribución del ingreso está fuertemente en disputa ¿Qué quiere decir? Un montón de cosas, por lo pronto eso mismo: todo ajuste de precios representa una recuperación inmediata en la parte de la torta que se lleva el que pone el precio, el empresario. O sea, a la inversa un precio que no aumenta (con presiones al alza) representa una distribución del ingreso favorable a los sectores no empresarios, y lógicamente aquellos con capcidad de poner precio no están dispuestos a validar. Ya sea porque ellos dejan de ganar lo que creen que deben y pueden ganar (aumento de costos) o porque ven que la demanda supera con creces a la oferta (cuellos de oferta y falta de inversión). Acá no estamos analizando cuándo un aumento de precios favorece inversiones (por mayores ganancias), cosa también atendible, sino "sólo" por qué aumentan.

En la Argentina atravesamos varios momentos. Por ejemplo, todos los tipos ideales del cuadro siguiente tienen algún momento histórico que más lo representan: inflación alta con inercia (1975, 1988, 1989, 2014), inflación moderada con inercia (2007 a 2013, 2015), inflación alta sin inercia (2002) e inflación baja sin inercia (1992 a 2001).


Fuente: lo hice yo ¿qué? 

Donde, fuerte demanda (a efectos de este cuadro) significa promoción de la demanda desde el Estado con presión sobre la oferta (especialmente para nuestra estructura productiva desequilibrada -EPD-), cosa que en el período actual no ocurrió hasta 2007, cuando se alcanzó un techo de la capacidad ociosa de la economía. Frío económico implica cierta recesión, generalmente vinculada a un desempleo mediano a alto, donde la demanda se ve disminuida.

En esta lógica, el problema de la inflación deja de ser la emisión o el déficit público, para pasar a ser la promoción de la demanda, tanto por mejoras en la distribución del ingreso primaria (capital - trabajo), como secundaria en base a los servicios y derechos que devuelve el Estado, cuyo gastos e inversiones suelen ser distributivos (sobre todo cuanto más recursos se destinan a sectores que menos tributan).

Debe no perderse de vista que la inflación es consecuencia de la redistribución, y de ninguna manera ayuda a mejorarla, sino que es un mecanismo de defensa empresaria, una consecuencia de aquella. La remanida discusión sobre el déficit público, y su monetización, está planteada al revés: en realidad es la distribución del ingreso por sobre la capacidad de oferta de la economía la que tensiona los precios.

Si toda variación de emisión fuera dirigida a fondear bancos (en un contexto de frío económico) el impacto inflacionario sería inocuo, porque no afecta la distribución del ingreso, en el otro extremo si se regala (a la marchanta) toda la variación monetaria a quienes no tienen ingresos, generaría una fuerte inflación equilibrándose cuando se recupere la redistribución previa al regalo. Reduciendo la emisión, entonces, se podría frenar la inflación, porque enfría la redistribución, pero la emisión en sí misma no es la que la genera.

La inflación misma tensiona el valor del tipo de cambio en una economía abierta. Para cerrar este panorama, cabe destacar que el valor del tipo de cambio no es siempre una decisión del gobierno. Para que esto sea así, se precisan dólares (o divisas en general). Si no hay dólares, o si el precio de estos dólares es alto (aumento insostenible de pago de deuda), que es lo mismo, el dólar tiende a aumentar más allá de si conviene o no a los objetivos del desarrollo del país. Esto último es lo que se conoce como tensión del balance de pagos.

¿Cómo se encuentra un lugar sustentable? Buscando un punto donde la producción local pueda atender a toda la población del país en términos más o menos igualitarios, sin que ello perjudique el saldo de la balanza comercial (o sea mejorando la industrialización). Mientras el camino de búsqueda sea hacia ese punto, la Argentina vivirá inflación, y mientras no se logre ese punto, la inflación es un mal menor.


(Usé las consultoras privadas para mostrar que ni así atravesamos la volatilidad de otros momentos, no porque admita sus metodologías.) 

Comentarios

Interesante el posteo don hache como siempre, por que creo pertinente hablar de las razones de la inflación, fundamentalmente de la puja distributiva, pero me tomo el atrevimiento de agregar algunas cositas que pasaron:

En los periodos que citás creo importante resaltar algunos hechos
- 1975: rodrigazo, el principal canal de la infla fue la devaluación
- Los años finales del alfonso: veníamos con devaluaciones sucesivas en un contexto de conflictividad laboral alta (los 13 paros) que explican la espiralización
- En los períodos 2002 los ’90: tenemos alta desocupación en el primero y desactivación de los mecanismos propagadores de infla (paritarias por ej.) con incremento consuetudinario del desempleo y ancla del tipo de cambio en el segundo

Esto confirma que el canal inflacionario por antonomasia es la devaluación o sea modificaciones abruptas en el tipo de cambio, los momentos en los cuáles NO SE PUDO controlarlo es cuando se dispara. De ahí entonces que mantenerlo bajo control es una de las condiciones imprescindibles para no volar por los aires, no podemos pensar en una relativa estabilidad si no se controla el tipo de cambio, de acá entonces el "miedo a flotar" y por sus implicancias en el empleo, precios y disribuciòn del ingreso

Es por esto que quizás en los últimos años (desde a mas tardar 2007 hasta el 2013) tenemos inflación moderada con inercia ya que el tipo de cambio se pudo seguir administrando (con mayor esfuerzo a partir del 2011)

También es importante resaltar el aumento de las commodities por el 2007/8 que puso presión a los alimentos incidiendo en la canasta básica en un contexto de pum para arriba

Otro hecho notable y de segunda envergadura en la inflación -por ser una de las partes involucradas en el puja- es la (baja) desocupación y su conflictividad en pos de obtener mejoras en los ingresos y ademàs mayor participación en la “torta”, hecho último éste que es muy particular y notorio de nuestro MO, difícil de encontrar algo similar al menos en América Latina

Otra cuestión que me parece pertinente resaltar es que NUNCA hubo una, digamos, inflación de demanda, de hecho si hubiera algún cuello de botella ponele en algún sector y suponiendo que los aumentos se deban por presión de mayores costos (más turnos de trabajo por ej.) y ante la necesidad de invertir para ampliar la UCI, eso justifica un aumento pero no una inercia posterior consecutiva

Y sí, el límite de todo esto (resumible en déficits y bombeo) es como siempre la restricción externa

Pero bueno por supuesto, la inflación de la "dècada depredada", es pura puja distributiva y está muy lejos de ser un fenómeno monetario. Y que se exacerba por que la torta no crece. Entonces, ahora más que nunca, lo que gana uno tiene mayor probabilidad que represente la pérdida de otro en un contexto de amesetamiento, por que tanto los salarios como los mark up o margen de beneficios son casi o muy poco flexibles a la baja.

Saludos

Hache dijo…
En la lógica que trato de plantear, posiblemente inacabadamente, las devaluaciones también forman parte de la puja distributiva. En general, las devaluaciones sobrevienen cuando ciertos sectores reclaman con poder para imponerse una concentración en el ingreso a favor de los sectores exportadores. Imaginate que una devaluación, sin acomodamiento de precios (más allá de que haya o no inercia) generaría una clara redistribución del ingreso hacia los sectores que ganan en moneda local, por el aumento de costos de los sectores productivos (ceteris paribus todo lo demás9. Ahora claro, la realidad no es un hielo congelado, el movimiento es permanente, incluso sin variaciones cambiarias la inflación cuando el Estado juega a favor de los sectores no empresarios es inevitable tarde o temprano, porque la oferta nunca alcanza la demanda, que lógicamente crece si existe esa distribución.

Acá, en este contexto, lo que caba preguntarse es cómo se fomenta el desarrollo industrial. Porque está claro que fomentar el consumo de alimentos (inevitable bajo el eje rector de la justicia social) complica el avance industrial en productos de alta tecnología. Creo que con este marco, el siguiente paso es repensar empresas públicas que conduzcan la inversión, tanto en tecnología como en ISI...
Bueno me parece pertinente entonces abordar la puja por que es un tema tabú tanto para empresarios como para oberos/sindicalistas ya que están en disputa los ingresos de un lado y del otro.

Si no disminuís la inflacíon te atenta contra la industrialización por que para poder distribuir necesitás que se amplíen los mark ups y/o produzcas más por factores utilizados, pensando en que bajos salarios no es lo deseable y posible por nuestro MO -afortunadamente of cors-

Por eso creo que es necesario una política de salarios y precios en donde el estado participe y exponga ciertos limites en función de dicho objetivo. Algo de eso se pudo apreciar este año con el bendito techo del 27%. El contexto ayudad por que me pa' que no hay paño para pasar a precios derecho viejo como años anteriores. Me parece interesante que se habra un esquema de participación de las ganancias o cosas por el estilo para los sueldos más altos, los más bajos no necesitarían esta regulación ponele, acompañado por una reforma impositiva general y en ganancias en particular.

Los temas a corregir son muchos y difíciles (como la extranjerización de las grandes empresas) pero esta milonga de la puja hay que buscarle la vuelta si no "no va andar" ja ja..

Saludos
Anónimo dijo…
¿Y si comenzamos con politicas que permitan a la Argentina superar sus recurrentes estrangulamientos de balanza de pagos? ¿Por ejemplo creando reglas de claras y estables en el tiempo, que permitan el desarrollo de una inversion productiva genuina, o fomentando industrias competitivas que permitan generar las tan necesitadas divisas?

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