La distribución del ingreso depende del crecimiento, señores

Pero también depende de un Estado enfocado en mejorar las condiciones sociales, presente en la puja distributiva, a favor del salario real y fuerte en la generación de bienes y servicios, en especial para los sectores más vulnerables.

El crecimiento solo es evidente que no alcanza, y el Estado solo si bien podría alcanzar, se le hace muy difícil sin crecimiento.



No sirve mirar exclusivamente lo ocurrido el último año, es preciso mirar la película que empezó en 2003. O, mejor aún, la que empezó en 1976 y cambió su tendencia, varió notablemente, desde 2003. 

Según el informe de remuneraciones del INDEC, durante el 3er trimestre de 2012 la remuneración neta promedio varió un 28,6%, respecto del mismo trimestre del año anterior, bastante por encima de la inflación oficial o privada. Respecto de los puestos de trabajo, si bien en la cantidad de puestos es mayor que la de un año atrás, se puede ver que 2012, no fue bueno. Claro resultado de la crisis global y local que atravesó el país durante el año. Sin embargo, los pocos más de 0,6% de puestos de trabajo perdidos respecto del 2do trimestre de 2012 además de ser un problema, muestra el éxito de las políticas adoptadas desde el Estado para cuidar el empleo en un año de crisis. 

La industria manufacturera cerró el 3er trimestre de 2012 con 1.208.550 puestos de trabajo, un 0,06% menos que un año antes. La industria manufacturera es clave para el empleo y la mejora de la calidad de vida de la Argentina, por cuanto es el sector que está en condiciones de pagar los mejores salarios y, por tanto, apoyar el proceso de inclusión social, que emerge como eje central de las políticas del Estado.

Respecto de la distribución del ingreso lo más notable está dado por el coeficiente de gini (ver gráfico, click para agrandar), que cada año muestra una mejor evolución de la igualdad social. Asimismo, la diferencia entre el percentil 90 y el 10 (el mejor y el peor en ingresos, respectivamente) en 2007 vio perforar los dos dígitos, y a pesar de las crisis de 2009 y 2012 se mantuvo en esos niveles (8,8 en el 3er trimestre de 2012). En el gráfico puede verse que una variación negativa del Gini indica una mejora en la igualdad social, y que en 2009, parte de 2010 y 2012 atravesó sus peores evoluciones concomitante con un menor crecimiento del PBI.

Puede verse que en 2012 no hubo una importante mejora en la distribución del ingreso como sí hubo en años de mayor crecimiento. La hipótesis de este post es que una justa distribución del ingreso depende del modelo económico conducido por el Estado, a favor del trabajo y la economía nacional. Y que toda idea/ propuesta ortodoxa de enfriamiento (con cualquier excusa, como la infla) tiene como objetivo intervenir en la puja distributiva contra la igualdad social.

Decíamos en un post anterior que:
Las explicaciones del desarrollo no deben descansar en variables macroeconómicas aisladas. En el caso argentino, a la luz del desarrollo evidenciado en Australia y Canadá, se debe prestar especial atención al comportamiento de la estabilidad macroeconómica general y duradera, a la relación entre distribución del ingreso e inflación, y a los niveles de endeudamiento externo (manejables o no).


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