Se suman voces de sensatez sobre el futuro europeo
Hoy salió una nota sobre la UE que dice cosas de este tenor:
No hace mucho escribí que lo importante para los países que se encuentran con problemas es tomar decisiones ya. La deuda externa está complicando especialmente a Grecia, Italia y Portugal; pero la economía real también duele fuerte en España donde el desempleo es realmente un problema muy fuerte. Los PIGS están en problemas. España terminó 2011 con un desempleo de 21,6% y actuamente está coqueteando con el 25%.
Entonces, en el sentido de la nota que citaba más arriba, quiero destacar que el autor coincide en que es la política la que debe liderar el proceso. Porque si se espera que el dolor social llegue a las calles, y que la sociedad lidere el proceso de cambio de paradigma, va a ser peor, descontrolado. Y si se espera que lo haga la economía, el resultado va a ser que la sociedad exigirá el cambio, porque la economía actual está generando dolor. Lo llamativo es que las autoridades europeas parecen absolutanmente consustanciadas con los intereses financieros y no están dipuestas a promover cambios que afecten esos intereses.
Eso es lo que parece que ocurre hoy. O se controla la salida y se empieza a negociar ya, o se espera que el descontrol conduzca la situación. Es esperable que el caso argentino sea ejemplo para la salida. Pero no para esperar a que el dolor social que transitó la Argentina sea lo esperable, sino para evitarlo y para copiar el impulso a la economía real que se dio desde 2003. Por eso insisto en que la voluntad política de los líderes de Europa es la llave.
Si un proceso gradual de desintegración llegara a hacer inevitable la ruptura de la zona del euro, la vía elegida por Alemania y el BCE -financiación en gran escala para la periferia de la zona del euro- destruiría los balances de los bancos centrales de los países del centro. Peor aún: unas pérdidas en masa resultantes de la materialización del riesgo crediticio podrían poner en peligro la sostenibilidad de la deuda de las economías del centro de la zona del euro, con lo que pondrían en entredicho la supervivencia de la propia Unión Europea. En ese caso, no cabe duda de que un "divorcio ordenado" ahora es preferible a una ruptura desordenada más adelante.
No hace mucho escribí que lo importante para los países que se encuentran con problemas es tomar decisiones ya. La deuda externa está complicando especialmente a Grecia, Italia y Portugal; pero la economía real también duele fuerte en España donde el desempleo es realmente un problema muy fuerte. Los PIGS están en problemas. España terminó 2011 con un desempleo de 21,6% y actuamente está coqueteando con el 25%.
Entonces, en el sentido de la nota que citaba más arriba, quiero destacar que el autor coincide en que es la política la que debe liderar el proceso. Porque si se espera que el dolor social llegue a las calles, y que la sociedad lidere el proceso de cambio de paradigma, va a ser peor, descontrolado. Y si se espera que lo haga la economía, el resultado va a ser que la sociedad exigirá el cambio, porque la economía actual está generando dolor. Lo llamativo es que las autoridades europeas parecen absolutanmente consustanciadas con los intereses financieros y no están dipuestas a promover cambios que afecten esos intereses.
Eso es lo que parece que ocurre hoy. O se controla la salida y se empieza a negociar ya, o se espera que el descontrol conduzca la situación. Es esperable que el caso argentino sea ejemplo para la salida. Pero no para esperar a que el dolor social que transitó la Argentina sea lo esperable, sino para evitarlo y para copiar el impulso a la economía real que se dio desde 2003. Por eso insisto en que la voluntad política de los líderes de Europa es la llave.
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