Datos de déficit primario y financiero de 2015 hasta 2019

Esto que pego a continuación sirve para compliar datos.

La principal aclaración es que es una compilación basada en la metodología actual. La segunda aclaración es que la metodología actual no es la más difundida internacionalmente. Tal es así que en el prospecto del bono a 100 años emitido en 2017 se hablaba de un déficit primario de 1,8%, mientras que con la nueva metodología da más del doble 3,77%.

No es menor. ¿Para qué sirve subir el déficit fiscal primario? Una hipótesis es que el de Macri es un gobierno adicto a la deuda externa, y bajo la lógica de endeudarse para sostener el déficit este engorde sirve para justificar un mayor endeudamiento. Lo cual también implicó, lamentablemente, la necesidad de un ajuste mayor para llegar al déficit cero.

Otro tema, vinculado al anterior es que la suma de déficit en dólares entre 2016 y junio de 2019, es aproximadamente 59.000 millones de dólares, mientras que la nueva deuda neta está en el orden de los 105.000 millones de dólares (la emisión bruta macrista ya superó los 195.000 millones de dólares).

Hay una diferencia de 46.000 millones de dólares de deuda, a favor de la deuda, y por tanto en contra de los contribuyentes. Se podría argumentar que esa diferencia fue a reservas, y los números cerrarían más o menos. Podría terminar aquí y todos serían felices, pero no. Las reservas netas en este momento son apenas más altas que las de 2015, eso quiere decir que la deuda entró y si bien está registrada en las reservas, ahora esos dólares forman parte de activos privados, posiblemente de sectores ganadores del modelo, tales como energético, petrolero, bancario, financiero y parte del campo.

La deuda pública total subió alrededor de 35.9 puntos del PBI entre 2016 y 2019. Además, la deuda pública externa pasó de 13.9% a 43.9%, 30 puntos. La suma de los déficit no llega a eso, suma 10 puntos entre 2016 y 2019 para el primario, el que el gobierno dice cubrir con nueva deuda, y casi 20 puntos para el financiero.

No perdamos de vista que en el esquema de valorización financiera que propuso el actual gobierno, y que Toto Caputo fue máxima expresión reventando desde el BCRA los primeros 15.000 millones del FMI, existió una formación de activos externos entre diciembre de 2015 y junio de 2019 de 72.234 millones de dólares, que, según el balance cambiario del BCRA, se fugaron del país. Sin dudas, parte de la deuda alimentó esa salida de capitales.

Lo que corresponde ahora es dar vuelta la página y pensar en un modelo productivo, donde el sector financiero gane lo mismo que en los países desarrollados, disociando sus rentas de la frágil estabilidad macro de la Argentina. 

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Elaboración propia, PBI del primer semestre de 2019, estimado en base a Indec y Hacienda.

Comentarios

Anónimo dijo…
Hache, recién descubro tu blog. Valoro tu conocimiento -soy economista- y tu valentía para exponer los temas.
Puede nos comuniquemos más adelante, saludos

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