Imagen de los precandidatos a presidente frente a la situación de la deuda buitre

Un breve repaso acerca de cómo encara la oposición el litigio con los buitres, echa luz respecto de que es una situación que preferirían que pase rápido.


Rápidamente, recorramos a los precandidatos más expuestos: Binner, Carrió, Massa, Macri, Sanz, Cobos.

Binner. El referente del partido socialista, dijo un par de cosas. Por un lado mencionó que el equipo económico fue inexperto. Aunque no quedó claro por qué. Cuál es su crítica. Agregó que el gobierno debería dialogar con otras fuerzas en busca de una solución. Pero las otras fuerzas no muestran la misma voluntad de sostener la fortaleza del Estado, como principio rector. Además resumió que se viene una situación peor que la vivida hasta ahora.

Carrió habla de cosas ocultas. De acuerdos que no se ven. O sea, lo contrario a lo que sostiene el gobierno (acerca de no negociar ni siquiera de manera oculta, porque eso generaría problemas por la RUFO). Además, también dijo que en enero el gobierno tampoco pagará, no se sabe con qué fuentes. Habló de poner una garantía, lo cual sería negociar.

Macri primero dijo que había que hacer lo que Griesa dijera. Y luego lo sostuvo: insiste con negociar. Además dice que la gente empieza a temer por su empleo. Dato no menor: admite la existencia de empleo. Macri lo manda a Sturzenegger a hablar del tema. No está claro el rédito político de la jugada. Por mejores ideas que exprese el diputado, la duda que deja flotando es por qué no tuvo esas ideas cuando negoció el megacanje en 2001 (cosa que es parte del problema actual con la deuda). Es cierto que el ex presidente del BCBA mencionó un par de acciones concretas, y le puso paños fríos a la posibilidad de una mayor caída en la economía ("va a seguir igual de mal") como resultado del congelamiento de fondos en el BoNY, que fue denominado como default selectivo.

Massa decía que para resolver el litigio con los "holdouts" hace falta menos discurso y más seriedad técnica y profesionalismo, cosa que nunca aclara nada sobre qué hacer, pero sí cómo (con seriedad). Agregaba que caer en el default sería retroceder 10 años. Aunque no explicó por qué, ni cómo evitaría que se descongelen los fondos que están en el BoNY y que causan esta situación. ¿Supone un escenario tal como el de 2002?Ricardo Delgado, a falta de Redrado, mencionó algo acerca de una oportunidad histórica perdida. Por su parte, es curioso que Lavagna defienda la reestructuración (y su propia gestión en 2005), al límite de la "línea editorial" del FR, incluso el ex ministro ha dicho en el programa de Lanata (sí, ahí) que el gobierno hizo bien en no pagar a los buitres [de manera tal que no acató el fallo, y no admitió la interpretación pari-passu de Griesa].

Sanz dijo que hay que cumplir con la sentencia de Griesa, aunque fustigó el estilo del juez. Cobos habló de poner una garantía, sin admitir la posibilidad de que se dispare la cláusula RUFO.


La sensación que deja este repaso, y a esto va el post, es que la oposición no tiene real dimensión de dónde estamos parados en tanto Estado respecto de este problema. Algunos dicen que se hizo bien en desconocer la interpretación pari-passu. Algunos admiten la RUFO, otros no. Algunos que el impacto en la economía será terrible, otros que no tanto.

Y en la medida que un tema tan fuerte en la agenda deje en off-side a la oposición, el gobierno gana posiciones. Que capitaliza el oficialismo, y aquellos que apoyan/ acompañan al oficialismo. La iniciativa queda casi exclusivamente en el gobierno. El periodismo opositor aparece mucho mejor parado en el contenido de las críticas, antes que la oposición partidaria. Sin embargo, nadie entre los candidatos opositores logra capitalizar estas críticas mediáticas.

El gobierno sostiene el cero en su propio arco (evitando que el fallo de Griesa genere un conflicto aún mayor, conteniendo la situación) y mete un par de goles con otras políticas y fortalecimientos presupuestarios en inversiones públicas, en aumentos de jubilaciones, en nuevos trenes, nuevas leyes de defensa al usuario y el consumidor, etc. La situación no obstante, es muy distinta a otras similares: tiene fecha de vencimiento, todo indica que se resuelve en 2015, y eso influye mucho en las expectativas. Y juega a favor, también, del oficialismo.

Sin embargo, si hacia mediados de 2015, previo a las PASO, no se consiguió tener el total de la deuda ordenado, el sector externo reencausado y aportando al desarrollo, el dólar estable, la economía creciendo, el desempleo bajando o contenido, el poder adquisitivo creciendo en términos reales o al menos amesetado, y la inflación controlada, el esfuerzo de este tiempo respecto de los buitres, respecto de mantener un Estado sin fuertes condicionamientos externos, quedará más en la historia antes de lo que se reflejará en las elecciones del año que viene.

Aunque lo anterior no es poco en absoluto, lo importante es fortalecer la imagen del Estado interventor para viabilizar una elección que lo favorezca, y no retroceder en su capacidad de acción, merced a la elección de un gobierno que tenga distintas ideas.




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