¿Y la confianza? ¿Y las expectativas? ¿Y el gran Bonete?

Es emocionante lo que estamos logrando juntos. Todo está hermoso en estos días. Menos vos.

La administración Macri ha demostrado que sus medidas van de mayor a menor. Y eso no le hace perder nivel de aprobación. Lo cual debería llamar la atención. Pero es otro tema.

¿Cuál es el punto? Todo lo que recauda el Estado es destinado a gasto. Cuanto menos deuda tiene que pagar, mayor parte de ese gasto se orienta al consumo, mejora la demanda, y con las políticas correctas promueve la producción y el empleo. Pero incluso con las políticas incorrectas, en este escenario no se destruye el empleo. Éste fue el panorama con el gobierno anterior.

La administración Macri ha devaluado (más del 55% hasta aquí), ha estipulado una reducción del crédito a PyMEs regulado por el BCRA, ha desregulado los fondos de inversión para que inviertan en actividades productivas, ha quitado el “encaje” o la inmovilización no remunerada de fondos equivalente al 30% y por un año de los capitales que ingresen desde el exterior que no fuesen para inversión productiva, deuda pública o financiamiento de importaciones, ha eliminado y reducido retenciones para trigo, maíz, soja, etcétera, ha mejorado la copa para CABA, ha traspasado deuda interna del Estado en moneda doméstica, a deuda externa en dólares, con bancos privados extranjeros (sobre todo de EEUU), ha sifo amigable con buitres y “me too”, quitó subsidios a la luz, etcétera. En este contexto agregó $400 a jubilaciones y AUH a fin de año, permitió que se aplique la ley de movilidad jubilatoria, hizo una buena oferta a docentes nación, ha subido el MNI de ganancias, entre otros montones de cosas, sobre todo del primer grupo (como lo es favorecer a monopolios de medios).

Como puede verse lo que ha hecho el actual gobierno en todos los casos es concentrar el ingreso. Pero eso tiene algunas anclas (como la ley de movilidad jubilatoria y las paritarias). A los pocos días devaluó y eliminó retenciones, y a los dos meses bajó el impuesto a las ganancias. Más allá de que cuanto más concentrado el sector, más rápido llegan las políticas, en rigor de verdad, ambas medidas, y casi todas las medidas le quitan capacidad de acción al Estado. Porque menor impuestos que se recaudan significan, además de menos mercado interno (el Estado gasta todo), menos capacidad de planificación para ver en qué se gasta enfrentando intereses, un plan, y la búsqueda del desarrollo.

Además, la reducción de ganancias antes de las paritarias significa una ayuda a las empresas para que hagan aumentos menores de salarios.

Por todo lo cual, esta administración está muy apurada en concentrar el ingreso. Y es verdad que a la larga esa concentración general va a ir acompañada con menos inflación. Si bien la concentración económica sectorial acelera la inflación cuando el clima es puja distributiva a favor de la mayoría, cosa que se integra con bajo desempleo y aumento de costos (caso kirchnerismo, con matices según el período), tambien lo es que la predación de esos oligopolios sobre el resto de la economía cuando el Estado no regula correctamente, destruye el consumo, el empleo, y por ende los precios encuentran un equilibrio, en un contexto donde la puja distributiva ya no presiona los precios porque las cantidades comerciadas -la demanda efectiva- en el mercado son muy bajas respecto de los factores disponibles (caso de los 90s en nuestro país).

Y eso es evidente para todos. Menos para las expectativas y la confianza prometida. Porque a pesar de todo lo mencionado, las reservas no aumentan de manera natural. Es por esto último que, en vez de revisar las equivocadas teorías ortodoxas, los halcones económicos del macrismo piden más ortodoxia (más ajuste, menos gasto, más devaluación, más apertura, más flexibilidad), con argumentos similares a los que usaba el FMI de Anne Kruger en 2000: si la ortodoxia no funciona es porque los mercados no son verdaderamente libres, por acción de la política. O sea, nunca leyeron ni a Polanyi (los mercados autorregulados no existen) ni a Kalecki (el bajo desempleo genera mejoras económicas que ponen en debate el poder de los oligopolios).





Comentarios

Norberto dijo…
Eso que no pierde nivel de aprobación, y a pesar del corto tiempo, es sólo cuestión de momentos, la mayoría de sus medidas, salvo para los convencidos, tienen más detractores que quienes las aceptan, por ahora no asocian a quien las emite con sus consecuencias peeeero, ¿cuánto falta?.
Nunca menos y abrazos
Hache dijo…
Bueno, es otro tema, sin embargo con ese comentario buscaba llamar la atención a los convencidos macristas... Nada, se hace lo que se puede. Gracias por el comentario. Abrazos



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