Buitres: Ningún impacto en la economía real

Salió esto en La Nación, me pareció interesante.




Cada tema merece algún comentario.

Crecimiento económico

Negociar es todo (pagar así, pagar asa, no pagar, o lo que fuere), el tema es si se negocia a favor de los intereses argentinos o generando una entrega de activos que cueste años recuperar.

En este sentido, si se puede negociar sin caer en nuevos compromisos que no estaban estipulados en este juicio (como el resto de la deuda que no entró o la ya reestructurada) no parece haber inconveniente para avanzar. Pero si de esa negociación resultan nuevos compromisos, la negociación, por ese camino sería inconveniente, porque si bien la Argentina está relativamente fuerte en lo económico en este momento, los montos podrían ser impagables, además el golpe político de no poder negociar la deuda de acuerdo a los intereses nacionales como se hizo en 2005 y 2010 sería gravísimo. Incluso en materia internacional, en el marco de una AL que quiere desarrollarse con independencia, y de una zona Euro con países al borde del abismo.

La Argentina no va a entrar en default de la manera convencional, por dos razones: no está financiando con deuda sus vencimientos, por lo cual la restricción del sector externo no empeora en el corto plazo, sólo que se dificulta su mejora. La otra razón tiene que ver con que igual va a pagar lo que este gobierno siempre dijo que iba a pagar, y todo el sector financiero entiende qué es lo que está pasando.

Esta situación no debería modificar el crecimiento de la economía. El problema está en que el gobierno busca modificarla, a favor. Y esto demora, y entorpece, algunas soluciones en carpeta.


Dólar

"Su encarecimiento se dio sin pausa en los últimos meses" dice La Nación. No es así, desde la devaluación de enero, de por sí menor de lo que se esperaba, el dólar oficial apenas subió un 4%.

El dólar posiblemente en el corto plazo dependa de la situación interna, más que de la externa. En un año claramente más frío que el pasado, comparable con 2009 (con menores importaciones), mientras el sector agropecuario liquide reservas, tal como viene ocurriendo, el dólar no se va a modificar por presiones reales.

El discurso de la ortodoxia choca con sigo mismo. Tanto dijeron que a la inversión extranjera no le gusta la Argentina, que ante esta situación no pueden decir que "les gusta menos que antes" porque no sería serio.

El dólar tiene relación directa con el crecimiento. Cualquier shock que ocurra sobre su valor generaría problemas de algún tipo (o sea favorecería a un sector más que a otros, y no es la idea). Lo importante es sostener bajo control su valor, de manera estable. Si el dólar se viera obligado a subir de golpe, y el gobierno no pudiera evitarlo, generaría un frío similar o superior al que se vio desde enero de 2014.


Inflación

Al hablar de inflación, LN, comete los mismos errores que la ortodoxia en general. Al no incorporar la noción de inflación como consecuencia de una distribución del ingreso no convalidada por el sector empresario, distribución vinculada con el valor del tipo de cambio y de los salarios, lo que ocurre es otra inconsistencia argumental.

Si no se puede resolver la restricción externa, en este momento parece haber un camino, que quizá no sea el más auspicioso, pero seguro que sirve para contener todos los logros económicos y sociales de la década. Mantener la situación con cierto frío, que mantiene moderados los aumentos de precios (especialmente cuando ya se rompió la inflación inercial en estos meses), en conjunto con inyecciones de inversión pública por abajo (que no generan más inflación pero sostienen parte del mercado interno).


Empleo y salarios

El empleo se mantendrá estable, quizá con algunas suspensiones en sectores puntuales, pero no vinculados con los buitres o el default, sino con el crecimiento regional. No caben esperar cambios de mediano plazo. Ocurre algo, el mismo empleo genera empleo, y fortalece el mercado interno, salvo que se destruya el (actualmente buen) nivel salarial vía una devaluación (cosa de lo que ya se habló), que podría lastimar el nivel de consumo interno en cantidades y provocar expulsión de mano de obra en los sectores transables (bienes) asociados al mercado interno.


Financiamiento

Sin dudas que un default convencional puede presionar las reservas, y las tasas de interés. Pero no cabe pensar que eso será un problema si siguen entrando dólares por el comercio exterior, principal ingreso actual de divisas. Con lo cual, nuevamente, los factores de cambio de escenario son otros.


En conclusión

Primero, un default no sería una situación típica en la que cambiase la situación de pago de la Argentina. El país seguirá pagando lo que tiene que pagar.

Segundo, toda esta situación demora correcciones, demora beneficios (por restarle presión a las reservas vía endeudamiento, o por nuevas inversiones extranjeras), pero no trae perjuicios nuevos de corto y mediano plazo.

Finalmente, el consumo en la generalidad de los casos es para satisfacer preferencias. No hay ningún motivo para posponer esas preferencias, esos consumos, a partir de esto. De hecho, en la vida, cada vez que se puede conseguir una satisfacción, lograr un beneficio basado en el consumo de algo accesible, no hay motivo para posponerlo; siempre que se pueda hay que disfrutar. El financiamiento y el ahorro no debería verse modificado, no por esta situación.

No es necesario extenderme en los intereses que están siempre pendientes de cualquier situación para abrir nuevos horizontes de expectativas negativas. Eso es lo que se vislumbra en la nota de LN. Y la realidad ayudará a ver quién tenía razón.

Comentarios

Y si, el peligro mayor son las presiones devaluatorias de los entongadores de siempre, y que esta situación los envalentona un poco más... veremos hasta donde son capaces de tirar de la piola...

Pero eso sí, si el Kernerismo abrío una "grieta" y...... será cuestion de agrandarla poniendo del otro lado, ahora más que nunca, a los cráneos que originaron lo defaulteado en 2001 y, además, todos los pelotudos que jetonean gracias a cierta gratuidad y horas libres diciendo que hubo errores.

El desendeudamiento no se mancha... y no me vengan a pelotudear con forradas (dirigido a algunos progres liberales de izquierda que pasan por acá)

Saludos
Hache dijo…
Me ha pasado con este tema, al principio, después me controlé, ponerme mucho más serio y enojarme más que con otras cuestiones. Porque es tan obvia la situación (sobre qué se hizo antes y qué se hizo ahora) que dan bronca algunas palabras tan extraviadas... Coincido Silez.

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