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¿Qué panorama tendrá la presidenta cuando vuelva al escenario público?
A simple vista han ocurrido muchas cosas en este mes y pico: Once, Gioja, elecciones, Ley de Medios, la eterna discusión por la economía que no resiste pero resiste, el debate por el gabinete, Chevron, un nuevo pozo descubierto por YPF, los empresarios que no logran puntos de acuerdo común y Ramón que no le gana a nadie.
Cada uno de estos temas tendrán sus quiebres y continuidades cuando la presidenta vuelva. Esperemos que el primero que quiebre la tendencia sea Ramón.
Una sola cosita quiero destacar a todo esto. Para ejemplo sólo hace falta un botón. ¿Se acuerdan cuándo decían que Cristina es hiperpersonalista y que todo depende de ella? Pareciera que por más hiperpersonalista que sea, tiene un equipo de la puta madre, que ella supo armar, que la banca tanto como el pueblo, que la quiere.
Es interesante que a pesar de todo, el gran empresariado no encuentra una agenda común. Eso es otra señal de fortaleza para el gobierno. O sea, que lejos de no haber una debilidad en la gobernabilidad nacional, sí la hay en la organización de los agentes económicos privados más importantes de la Argentina.
El país siguió adelante todo este tiempo, incluso salió el fallo trascendental para la democracia argentina, que indicó la constitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. El kirchnerismo en las malas muestra sus mejores cartas. Una premisa vigente.
De todos modos, la conducción de un cuadro político como Cristina Kirchner es fundamental. Sin ella se puede, pero con ella somos felices. Es lindo que vuelva.
A simple vista han ocurrido muchas cosas en este mes y pico: Once, Gioja, elecciones, Ley de Medios, la eterna discusión por la economía que no resiste pero resiste, el debate por el gabinete, Chevron, un nuevo pozo descubierto por YPF, los empresarios que no logran puntos de acuerdo común y Ramón que no le gana a nadie.
Cada uno de estos temas tendrán sus quiebres y continuidades cuando la presidenta vuelva. Esperemos que el primero que quiebre la tendencia sea Ramón.
Una sola cosita quiero destacar a todo esto. Para ejemplo sólo hace falta un botón. ¿Se acuerdan cuándo decían que Cristina es hiperpersonalista y que todo depende de ella? Pareciera que por más hiperpersonalista que sea, tiene un equipo de la puta madre, que ella supo armar, que la banca tanto como el pueblo, que la quiere.
Es interesante que a pesar de todo, el gran empresariado no encuentra una agenda común. Eso es otra señal de fortaleza para el gobierno. O sea, que lejos de no haber una debilidad en la gobernabilidad nacional, sí la hay en la organización de los agentes económicos privados más importantes de la Argentina.
El país siguió adelante todo este tiempo, incluso salió el fallo trascendental para la democracia argentina, que indicó la constitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. El kirchnerismo en las malas muestra sus mejores cartas. Una premisa vigente.
De todos modos, la conducción de un cuadro político como Cristina Kirchner es fundamental. Sin ella se puede, pero con ella somos felices. Es lindo que vuelva.
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